El aborto y las elecciones en EEUU de 2024

 

Padre Shenan Boquet

Presidente

Human Life International

 

Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 5 de agosto de 2024 en: Words and Actions Matter: Abortion in the 2024 Election (hli.org).

 

 

Nota del Editor: Como hacemos cada vez que abordamos el tema del aborto, queremos aclarar que nuestra intención no es condenar a ninguna mujer o a cualquier otra persona que de alguna manera haya caído en este grave pecado. Condenamos el aborto, no a las personas. A las personas las invitamos con urgencia, pero con mucho amor, al arrepentimiento y a la conversión a través del absolutamente necesario recurso al Sacramento de la Confesión, donde Dios les espera con los brazos abiertos para derramar sobre ti Su infinita misericordia. La Iglesia también cuenta con ministerios de reconciliación y sanación postaborto. Visita www.vidahumana.org para obtener más información o llámanos al 305-260-0525 (Miami, Florida, USA).

 

Cada cuatro años, los representantes de cada uno de los principales partidos políticos de EEUU se reúnen para formular y aprobar una plataforma oficial del partido.

 

Estas plataformas presentan una visión política integral que incluye propuestas legislativas y ejecutivas con las cuales cada partido se compromete a ponerlas en acción.

 

Durante décadas, la diferencia entre las plataformas del Partido Republicano y el Demócrata sobre asuntos morales claves han sido radicalmente diferentes.

 

 

La plataforma radical del Partido Demócrata

 

En el tema del aborto, por ejemplo, la plataforma del Partido Demócrata de 2020 fue completamente abarcadora en cuanto a su apoyo al aborto en todas sus circunstancias. También expresó el apoyo total del partido al aumento creciente del financiamiento público del monstruo abortista Planned Parenthood, la anticoncepción, la mal llamada “educación” sexual integral y el transgenerismo.

 

El término LGBT+ apareció 32 veces en esa plataforma. La plataforma también dio por sentado el apoyo de ese partido a la redefinición del matrimonio para incluir a las parejas del mismo sexo. Pero esta plataforma fue mucho más lejos.

 

La plataforma promovió la aprobación del extremadamente peligroso y mal llamado “Acta para la Igualdad” (“Equality Act”), el cual destruiría los derechos fundamentales a la libertad religiosa y de conciencia. También declaró que a las empresas que hagan contratos con el gobierno federal se les debía exigir que proactivamente emplearan a personas que se identificaran como LGBT.

 

También comprometió formalmente al Partido a exportar la agenda LGBT en todo el mundo por medio del Departamento de Estado, la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Consejo de Seguridad Nacional. En este contexto internacional, también promovió la exigencia de que las instituciones educativas permitiesen a sus estudiantes utilizar sus instalaciones en base a su “identidad de género”, en vez de su sexo real biológico.

 

En otras palabras, es un documento verdaderamente radical y extremo. Promueve toda la gama de la ideología mal llamada “progresista woke”. En este contexto, el término “woke” significa estar despierto, alerta y listo para actuar ante presuntas “injusticias sociales”, como lo sería el no estar de acuerdo con la agenda LGBT o del aborto, aunque dicho desacuerdo fuese expresado de manera tímida. Este “progresismo woke” incluye, por supuesto, todas las innovaciones radicales recientes de la ideología de género. Si esta agenda se logra establecer en su totalidad, esta plataforma Demócrata transformaría nuestro país en una nación irreconocible para los que nos han precedido.

 

Podemos esperar, entonces, que la plataforma del Partido Demócrata de 2024, que será aprobada en la próxima Convención Nacional de ese partido, que comienza el lunes 19 de agosto en Chicago, será tan radical como la del 2020.

 

 

La plataforma provida anterior del Partido Republicano

 

La plataforma de 2020 del Partido Republicano, que fue exactamente igual a la de 2016, fue dramáticamente diferente a la del Partido Demócrata de 2020.

 

En el tema del aborto, la plataforma Republicana apenas podía ser más provida. “Afirmamos la santidad de la vida humana y afirmamos que el niño por nacer tiene un derecho fundamental a la vida que no puede ser violado. Apoyamos una enmienda constitucional a favor de la vida humana y una legislación que declare con toda claridad que las protecciones de la Enmienda Decimocuarta aplican a los niños antes del nacimiento”. La Decimocuarta Enmienda a la Constitución de EEUU garantiza la igualdad de protección y de debido proceso legal para todas las personas.

 

La plataforma también expresó la oposición inequívoca del Partido Republicano al financiamiento de Planned Parenthood y al uso de tejido fetal para la investigación. También planteó un plan integral para apoyar una Cultura de Vida, en el cual a las mujeres que enfrentaran embarazos en situaciones difíciles se les proporcionara ayuda concreta y en la cual la adopción fuera apoyada sólidamente por medio del financiamiento público.

 

La sección provida de esta plataforma concluye con una contundente condena de la postura proaborto del Partido Demócrata. “El Partido Demócrata es extremista en cuanto al aborto. El apoyo casi ilimitado al aborto de los Demócratas y su estridente oposición aún a las restricciones más básicas al aborto los coloca de espaldas al pueblo estadounidense”.

 

En cuanto al tema del matrimonio y la sexualidad, la plataforma fue similarmente sólida. “El fundamento de la sociedad civil y la piedra angular de la familia es el matrimonio natural” y clarifica que este último se define como “la unión de un hombre y una mujer”.

 

En efecto, el documento añade: “Nuestras leyes y las normativas de nuestro gobierno deben reconocer que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer y promover decididamente la vida matrimonial y familiar como la base de una sociedad estable y próspera”.

 

 

Un preocupante giro en el Partido Republicano

 

Sin embargo, un cambio dramático tuvo lugar hace pocas semanas en el liderazgo del Partido Republicano, el cual alarmó a los líderes provida y familia en todo el mundo.

En su Convención Nacional a mediados de julio de este año de 2024, los representantes del Partido Republicano propusieron y aprobaron, aparentemente con muy poco debate, una actualización de su plataforma para 2024, la cual prácticamente desechó la mayor parte de las propuestas provida y a favor de la familia aprobadas anteriormente. En algunos casos, estas propuestas ahora desechadas han formado parte de las plataformas de este partido durante décadas.

 

Aún los principales medios de difusión estaban sorprendidos ante estos cambios. La publicación Politico informó que “la plataforma del Partido Republicano de 2016 usa la palabra ‘aborto’ 35 veces; la de 2024 solo una vez”.

 

Mientras todas las versiones previas de la plataforma del Partido Republicano habían condenado contundentemente el aborto en general, la nueva plataforma solo expresa la oposición al aborto tardío (el aborto que se comete en el segundo o tercer trimestre del embarazo). Muchos Demócratas también se oponen al aborto tardío. En vez de promover una enmienda constitucional que proteja la vida humana desde la concepción, la nueva plataforma del Partido Republicano se lava las manos y les deja el asunto a los estados diciendo que solamente los estados tienen “la libertad de aprobar leyes” que protegen el derecho a la vida.

 

Aún peor, en la misma afirmación que condena el aborto tardío, la nueva plataforma expresa el apoyo del Partido al acceso a los anticonceptivos y la fecundación in vitro (FIV). Sabemos que los anticonceptivos hormonales (como las píldoras) y los dispositivos intrauterinos son abortivos parte del tiempo y que la FIV provoca la muerte de millones de niños y niñas en estado embrionario en todo el mundo cada año, la cual es la principal razón por la cual la Iglesia Católica y la ley natural moral y universal condenan estas prácticas antivida.

 

Esta nueva plataforma del Partido Republicano también se echa atrás ante el carácter singular del matrimonio natural. En ningún lugar del documento se encuentra el compromiso de larga data de este partido con la defensa del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. De manera que no debe sorprender a nadie que un ala del Partido Republicano que favorece la ideología LGBT, llamada “Log Cabin Republicans” (“Los Republicanos de las Cabañas”, traducción libre), emitiera una declaración después de la publicación de la nueva plataforma, expresando su entusiasmo por el cambio de postura de ese partido. Es muy triste saber también que Donald Trump haya sido anfitrión de las reuniones de estos Republicanos en su mansión de Mar-a-Lago. En su declaración, estos Republicanos expresan:

 

“Esta plataforma envía un poderoso mensaje a los conservadores LGBT de todo el país de que nosotros no solo les damos la bienvenida al Partido Republicano, sino que de hecho son parte del movimiento “Hagamos que EEUU sean grande otra vez” (“Make America Great Again”) – que es el lema con el que Trump lanzó su candidatura a la presidencia en 2016.

 

 

Una extraña paradoja

 

No es un secreto que el presidente Trump apoye la estrategia del Partido Republicano de formular una plataforma más pragmática, una que se esfuerza hasta el extremo por evitar asumir posturas sólidas ante asuntos controversiales que preocupan a algunos Republicanos por el costo que les puedan causar en las elecciones generales de noviembre de este año de 2024.

 

Esto implica una extraña paradoja.

 

Por una parte, el presidente Trump fue el primer y único presidente en cumplir con su promesa, con la que varios presidentes y candidatos Republicanos también se comprometieron desde los 1970, de nombrar magistrados para el Tribunal Supremo que revocarían Roe vs. Wade. Pero, por otra parte, parece que es el primer presidente de las últimas décadas de distanciar formalmente al Partido Republicano de una plataforma verdaderamente a favor de la vida y la familia.

 

Numerosos medios de difusión y comentaristas han notado esta paradoja. Como observa la publicación Politico, la revocación de Roe vs. Wade fue el logro más consecuente de la presidencia de Trump. Muchos defensores de la vida habían empleado incontables esfuerzos por lograr esta revocación y por fin se logró. Y, sin embargo, la misma publicación informa, desde el mismo recinto donde tuvo lugar la reciente Convención Republicana, que “nadie en esta convención está hablando de ello”.

 

De hecho, Politico también observa que el tema del aborto apenas fue mencionado durante la convención. En vez de ello, los conferenciantes se enfocaron en otros temas populistas. Como le dijo un delegado a Politico, “Mucha gente de este partido se está dando cuenta de que no debemos intentar juzgar la vida de nadie ni dictar como alguien deba vivir su vida, sino que, en vez de ello, nos estamos enfocando más en las políticas que favorecen a todos los estadounidenses”.

 

 

¿Qué debemos hacer?

 

Como católico, estoy comprometido con los principios que nuestra Iglesia nos enseña. Cualquier político o partido que sea el más probable en promover esos principios es digno de apoyo.

 

En EEUU, es incuestionable que el Partido Demócrata es formalmente el partido de la muerte. El que Biden se haya retirado de la contienda presidencial no cambia la postura del Partido Demócrata sobre la anticoncepción, el aborto, las uniones de personas del mismo sexo, la FIV, etc. Kamala Harris está igualmente equivocada en todos estos asuntos, y es posible que sea peor.

 

Y, sin embargo, es duro de entender la retirada que ha efectuado el Partido Republicano ante la guerra cultural actual como algo menos que francamente trágico y, potencialmente, hasta políticamente catastrófico.

 

Hay algunos que argumentan que la nueva plataforma no expresa las “verdaderas” posturas del Partido Republicano, sino que se trata simplemente de un cálculo político, diseñado para asegurar que ese partido gane las elecciones de noviembre. En otras palabras, se trata de un simple y pragmático cálculo político.

 

Sin embargo, esta manera de abordar este asunto pasa por alto dos cosas. La primera es que, durante las últimas décadas, el Partido Republicano ha tenido éxito en obtener ciertas victorias electorales significativas. Ello tuvo lugar no a pesar de su sólida postura provida y a favor de la familia, sino debido a esa postura. Esta postura incentivó más aún a unos votantes provida y a favor de la familia que ya estaban muy motivados a presentarse a gran escala a votar a favor de los verdaderos valores con el deseo de proteger nuestra cultura. Aún desde una perspectiva meramente política, es un riesgo el creer que esta nueva plataforma logrará la victoria que sus redactores están esperando obtener.

 

Segundo, esta manera de abordar este asunto pasa por alto el hecho de que las palabras tienen importancia. Es verdad que a pesar de que formalmente promovió una enmienda constitucional que protege a los niños no nacidos y una definición del matrimonio natural, el Partido Republicano no logró un progreso significativo respecto de estos temas en las elecciones de a medio término de hace dos años. Y, sin embargo, mientras ese texto permaneciera en su plataforma, serviría como un poderoso recuerdo de que la guerra cultural no se ha perdido, y que a pesar de que nuestra cultura y nuestra política han perdido el camino, hay ciertas verdades inmutables que no pueden ser dejadas de lado ni pasadas por alto.

 

Como dijo un escritor provida: “La eliminación de estos compromisos provida y a favor de la familia no es simplemente una concesión política, sino una concesión moral. Es una declaración de que para el pueblo estadounidense estos debates se terminaron”. Es decir, se trata de una claudicación, una admisión de que hemos perdido la batalla por los verdaderos valores.

 

 

El aborto es el tema preeminente

 

Para poder ser verdaderamente justo, cualquier política, plataforma y diálogo acerca de la ley deben estar encaminados a proteger el derecho a la vida de todos los seres humanos, incluyendo de manera especial a las personas más vulnerables e indefensas (es decir, los niños y las niñas que no han nacido todavía, los recién nacidos, los ancianos, los incapacitados, los enfermos y los moribundos), así como el carácter sagrado del matrimonio entre un hombre y una mujer. Cualquier cosa contraria a todo esto es inaceptable.

 

En el tema del aborto, en particular, debemos recordar que los obispos de EEUU han enseñado siempre y con gran coherencia que el tema de la vida es el asunto preeminente que enfrentan los electores a la hora de votar.

 

La razón de ello es evidente: ningún otro asunto tiene tal carácter de vida o muerte y constituye tan alto riesgo para la supervivencia de una sociedad sana y justa. El hecho de que cada año mueren cientos de miles de niños y niñas que no han nacido todavía en EEUU a causa del aborto, implica que el ponerle fin a este crimen ocupa el primer lugar en nuestra lista de prioridades.

 

El hecho de que la nueva plataforma del Partido Republicano solamente condene el aborto tardío es indefensible e irracional. Después de todo, ¿cómo puede ser justo o aún lógico reconocer el derecho a la vida de seres humanos de cierto tamaño o grado de desarrollo y a otros no? ¿O cómo puede ser justo o lógico reconocer los derechos humanos solo de personas que viven en una localidad y no los que ahora viven en otra? Me estoy refiriendo a los que ya están viviendo fuera del útero de su madre en comparación con los que todavía están dentro de él.

 

 

Somos electores católicos que viven en un mundo post-cristiano

 

Temo que el cambio en la nueva plataforma del Partido Republicano una vez más subraya el hecho de que estamos viviendo en un mundo post-cristiano, en el cual no podemos dar por sentado que nuestras convicciones serán tomadas en serio por parte de nuestros aliados políticos en cada tema moral.

 

Este hecho no implica que debamos recluirnos en una especie de quietismo político, sino que debemos buscar formas auténticas de transformar la mente y el corazón de nuestros compatriotas y, en última instancia, de toda la sociedad.

 

Mucha gente pensó que la revocación de Roe vs. Wade era imposible. Según muchas personas el asunto ya había sido “zanjado”. Demostramos que eso no era verdad. De manera similar, mucha gente argumentará que el cambio en la plataforma del Partido Republicano ya ha sido “zanjado” y que ese partido ya no puede dar marcha atrás. ¡Debemos demostrar una vez más que ello no tiene por qué ser así!

 

Debemos enfrentar con resolución una mentalidad y una maquinaria política controladas por las élites que han avanzado la anticoncepción, el aborto a petición, las uniones de personas del mismo sexo y el transgenerismo. Estos revolucionarios culturales han tenido éxito en cambiar la opinión pública a su favor. Trágicamente, aunque la mayoría de los estadounidenses favorece ciertas restricciones al aborto, la mayoría quiere que este crimen sea legal en algunos casos.

 

Debemos continuar ejerciendo presión sobre los que ejercen cargos políticos, ya sea a nivel federal o estatal, para avanzar nuestras convicciones sin componendas a favor de la vida y la familia, sin importar qué partido político es el que tiene el control. Estos temas nos afectan a todos, “porque la erosión del respeto a la vida de cualquier persona o grupo de personas en una sociedad disminuye el respeto debido a todas las personas”, han afirmado los obispos de EEUU.

 

Por lo tanto, debemos asegurarnos de que nuestros líderes políticos escuchen nuestra voz, alta y clara. Debemos expresarles nuestro clamor para que sin disculparse y con firmeza defiendan la vida de los no nacidos, el carácter sagrado del matrimonio, los derechos de los padres y la dignidad de la familia, así como la vida de los vulnerables ante el crimen de la eutanasia y otras graves amenazas contra la vida y la dignidad de la persona humana.

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