Comentarios críticos de Trump a la legislación provida posterior a Roe vs. Wade

 

Padre Shenan J. Boquet

Presidente

Vida Humana Internacional

 

Publicado originalmente en inglés el 25 de Septiembre de 2023 en: https://www.hli.org/2023/09/trumps-critical-remarks-of-post-roe-legislation/

 

Publicado en español en el boletín electrónico “Espíritu y Vida” de Vida Humana Internacional el 29 de septiembre de 2023.

Vol. 07.

No. 37.

 

Y también en vidahumana.org en Temas/Aborto/Aborto, cultura y leyes.

 

Vida Humana Internacional agradece a José A. Zunino la traducción de este artículo.

 

“En consecuencia, las leyes que legitiman el homicidio directo de seres humanos inocentes mediante el aborto o la eutanasia están en total oposición al derecho inviolable a la vida propio de cada individuo; niegan así la igualdad de todos ante la ley. El aborto y la eutanasia son, por tanto, crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. No existe ninguna obligación en conciencia de obedecer tales leyes; en cambio, existe una obligación grave y clara de oponerse a ellos mediante la objeción de conciencia”.   ─ Papa San Juan Pablo II, Evangelium Vitae.

 

Aclaración: Como siempre hacemos cuando abordamos el tema del aborto, queremos dejar bien claro que Vida Humana Internacional y el auténtico movimiento provida no estamos aquí para condenar a la mujer ni a nadie más que de una manera u otra se han involucrado en un aborto. Estamos aquí para condenar el aborto, no a las personas. A las personas que han caído en este grave pecado las urgimos a un tener un sincero arrepentimiento y a reconciliarse con Dios a través del hermoso y siempre imprescindible Sacramento de la Confesión, donde Jesús les espera con los brazos abiertos para derramar sobre ustedes su infinito Amor y Misericordia. La Iglesia también cuenta con ministerios de reconciliación y sanación post aborto. Que nadie pierda la esperanza de encontrar el perdón y la sanación de Dios. Recomendamos a todos el no. 99 de esta misma Encíclica de San Juan Pablo II, Evangelium Vitae, donde el Santo Padre aborda este tema de la reconciliación con Dios y Su sanación para estas personas.

 

En junio de 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló Roe vs. Wade, la decisión de 1973 de la Corte Suprema que legalizó el aborto a pedido en el país.

En el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization de 2022, la mayoría de los magistrados de la Corte Suprema de Estados Unidos señalaron lo obvio, es decir, que un “derecho” constitucional al aborto fue inventado de la nada por los magistrados de 1973. Señalaron que el “derecho” al aborto no estaba “profundamente arraigado en la historia o tradición de esta nación” ni fue reconocido cuando se ratificó la Cláusula del Debido Proceso en 1868 en la Constitución del país.

Con la desaparición de Roe el año pasado, la lucha por el derecho de los no nacidos ha entrado en una nueva etapa. El horror de Roe es que durante cincuenta años impuso un régimen de aborto extremo en todo el país. Bajo Roe, a los estados provida se les prohibió proteger el derecho a la vida de los no nacidos antes del momento de la viabilidad, que es alrededor de las 23 semanas de gestación.

Sin embargo, como he subrayado tantas veces durante el año pasado, si bien la caída de Roe es una de las mejores noticias que el movimiento provida ha recibido en décadas, también es sólo un comienzo.

Con Roe en vigor, fue extremadamente difícil para el movimiento provida lograr avances legislativos significativos. Ahora, sin embargo, cada estado tiene la libertad de aprobar casi cualquier ley provida que desee, incluida la prohibición de todos los abortos. Algunos estados ya han aprovechado la oportunidad para hacer precisamente eso, y la evidencia sugiere que tales leyes pueden haber salvado ya las vidas de decenas de miles de niños no nacidos.

Lo importante para tener en cuenta, sin embargo, es que incluso sin Roe, también es posible revertir el progreso provida de las últimas décadas. Si bien los estados ahora pueden aprobar sólidas leyes provida, no hay nada que les impida aprobar horribles leyes proaborto, incluida la autorización del aborto a pedido hasta el nacimiento. Trágicamente, esas leyes existen tanto en Nueva York como en California, los estados más poblados de la Unión.

El resultado práctico de esta situación es doble: en primer lugar, con la caída de Roe, es más importante que nunca que el movimiento provida se centre en persuadir tanto a los legisladores como a los estadounidenses comunes y corrientes del grave mal que representa el aborto.

No podemos esperar aprobar leyes provida sólidas y salvadoras de vidas en más estados, si los votantes y los legisladores de esos estados no ven claramente que el aborto es una grave violación de los derechos humanos de los más inocentes entre nosotros. Deben comprender y estar plenamente convencidos del hecho de que el aborto no es simplemente otra cuestión política, sino más bien una crisis moral urgente que exige resolución.

Y, en segundo lugar, debemos avanzar en la protección del derecho a la vida de los no nacidos en la ley federal. Después de todo, no hay propósito más fundamental del derecho que proteger el derecho más fundamental de los seres humanos, sin el cual ningún otro derecho puede existir: es decir, el derecho a la vida. El hecho de que la ley federal no reconozca ni proteja el derecho a la vida de seres humanos vulnerables, genéticamente únicos y plenamente vivos es una grave farsa que debe revertirse.

 

Trump: La Ley de los Latidos del Corazón es algo “terrible”

 

Por estas razones, me han decepcionado gravemente los recientes comentarios del presidente Trump calificando de “terrible” la prohibición del aborto de seis semanas en Florida y rechazando la idea de que el aborto debería prohibirse en la legislación federal.

En una entrevista reciente con Meet the Press, se le preguntó a Trump sobre la ley firmada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que prohíbe el aborto después del momento en que se pueden detectar los latidos del corazón del bebé, es decir, alrededor de las seis semanas.

La ley de Florida es uno de varios proyectos de la Ley de los Latidos del Corazón que se han aprobado en estados provida. Estas leyes no sólo tienen el efecto de prohibir casi todos los abortos, sino que también cumplen el admirable propósito de informar a los votantes sobre la humanidad del niño no nacido.

Sin embargo, en sus comentarios, el presidente Trump trató el tema como si se tratara de una negociación puramente comercial. Si bien reconoció que la mayoría de la gente se opone a los abortos en las últimas etapas del embarazo, el presidente sugirió que las personas de ambos lados del pasillo político decidirán “un número” de semanas en las que se prohibirá el aborto, momento en el cual el tema pueda ser dejado en el “pasado”.

Cuando se le preguntó si firmaría un proyecto de ley que prohibiera el aborto después de las 15 semanas (un punto después del cual incluso muchas naciones europeas prohíben el aborto), Trump se negó a decir que lo haría. En cambio, criticó al gobernador DeSantis por firmar la Ley de los Latidos del Corazón calificándolo como un “error terrible”.

Luego, cuando más tarde se le preguntó si pensaba que los niños no nacidos tenían derechos constitucionales, en lugar de responder a la pregunta, Trump aprovechó la oportunidad para enfatizar que apoya las “excepciones” a las leyes sobre el aborto, incluso para los casos de violación e incesto. (El aborto nunca es moralmente permisible; la violación y el incesto no justifican el homicidio directo de un niño no nacido inocente. En esos casos tenemos que ayudar decididamente a las mujeres que son víctimas de estos abominables actos de violencia a ser sanadas de ellos, a ser protegidas de sus victimarios – a quienes hay que castigar con la cárcel – y a tener a sus hijitos, a quienes ellas pueden dar en adopción, si así lo deciden, o a quedarse con ellos, si así lo deciden. El aborto en estos casos es aún peor emocionalmente para la mujer que en otros casos y es peor que una segunda violación ).

Estos últimos comentarios son simplemente la confirmación más contundente de que Trump está elaborando su posición sobre el aborto en respuesta a las encuestas de opinión. A principios de este año, por ejemplo, los activistas provida se sintieron decepcionados cuando Trump culpó a la postura del movimiento provida contra la matanza de niños no nacidos por las pérdidas del Partido Republicano durante las elecciones de mitad de período del año pasado.

 

El movimiento provida responde

Trump se ha descrito a menudo a sí mismo como “el presidente más provida de todos los tiempos”. De hecho, su portavoz dijo de manera precisa eso recientemente, irónicamente en una declaración al Washington Post explicando que Trump cree que la cuestión del aborto debería ser decidida por los estados, no por el gobierno federal.

Ciertamente, nadie cuestionaría que Trump es en parte responsable del derrocamiento de Roe. Si bien muchos presidentes republicanos en las últimas décadas prometieron nominar jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos que revocarían a Roe, él fue el primero en hacerlo. Le estoy extremadamente agradecido por eso.

Sin embargo, es difícil ver cómo un presidente puede afirmar que es “el presidente más provida de todos los tiempos”, si se niega a responder preguntas básicas como si los no nacidos tienen derechos constitucionales, o si critica a otros políticos por aprobar leyes provida que salvan vidas.

No soy el único líder provida que quedó sorprendido y horrorizado por los comentarios de Trump. A raíz de esos comentarios, Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony List, emitió un comunicado diciendo: “La afirmación del presidente Trump de que la Corte Suprema devolvió la cuestión del aborto únicamente a los estados es una lectura completamente inexacta de la decisión Dobbs y es una posición moralmente indefendible para un candidato presidencial autoproclamado provida”, y añadió:

“La vida es una cuestión de derechos humanos, no de derechos de los Estados. Decir que la cuestión sólo debe decidirse en los estados es un respaldo al aborto hasta el momento del nacimiento, incluso a los brutales abortos tardíos en estados como California, Illinois, Nueva York y Nueva Jersey. La única manera de salvar a estos niños es a través de protecciones federales”.

 

Kristan Hawkins, presidenta de Students for Life Action, estuvo de acuerdo. “La Generación Pro-Vida no apoyará a ningún candidato a la presidencia que no esté de acuerdo con que el aborto es una cuestión federal, estatal y local”, dijo. “Para ser claros, cualquier candidato federal que se postule para un cargo debe apoyar como MÍNIMO una ley federal de protección del aborto de los latidos del corazón para ganar nuestros votos”.

Lila Rose, presidenta de Live Action, calificó los comentarios de Trump de “patéticos e inaceptables”. La ironía, señaló, es que “Trump está atacando las mismas leyes provida que fueron posibles gracias a la revocación de Roe”. “Las leyes del latido del corazón han salvado a miles de bebés”, añadió. “Pero Trump quiere comprometer la vida de los bebés, algo por lo que los demócratas proaborto se sienten complacidos”.

 

El decepcionante cambio de Trump desde 2016

 

Al leer los comentarios del presidente Trump, me sorprendió que se acercaran tanto al mal llamado “Día Internacional del Aborto Seguro”, que los proaborto trágicamente celebran cada 28 de septiembre.

La cuestión fundamental para los activistas proaborto es mantener el aborto legal a toda costa, convenciendo al público de que el aborto es aceptable siempre que sea “seguro” para la madre. Sin embargo, los activistas provida saben que ningún aborto es verdaderamente “seguro”. Cada aborto exitoso resulta en la muerte de un niño no nacido inocente. E incluso cuando la madre está físicamente ilesa, siempre hay cicatrices ocultas: cicatrices psicológicas y espirituales que a veces nunca sanan si no son tratadas con amor por los provida que se dedican al hermoso ministerio de reconciliación y sanación post aborto.

Las palabras de Trump sugieren que él también está dispuesto a aceptar que maten a los niños no nacidos en ciertos casos, siempre y cuando sea “seguro”: es decir, siempre que sea políticamente seguro.

Sin embargo, en Evangelium Vitae, el Papa San Juan Pablo II condenó el hecho de que “el derecho original e inalienable a la vida sea cuestionado o negado sobre la base de una votación parlamentaria o de la voluntad de una parte del pueblo, incluso si es la mayoría.” En otras palabras, el santo Padre estaba horrorizado de que esta urgente cuestión moral se estuviera reduciendo simplemente a otra cuestión política, sujeta a la opinión pública.

Recuerdo vívidamente las palabras de Trump durante un debate con Hilary Clinton el 20 de octubre de 2016. En sus comentarios, Trump arremetió contra la posición de Hilary sobre el tema. “Según lo que ella está diciendo, y según dónde va y dónde ha estado”, le dijo Trump al moderador, “puedes agarrar a un bebé y arrancarlo del útero, en el noveno mes, en el último día y eso no es aceptable”.

El uso que hizo Trump de esa potente frase “arrancar al bebé del útero” fue uno de los usos del lenguaje más vívidos y efectivos sobre el tema que jamás haya escuchado en un debate político. En esos comentarios, Trump llamó acertadamente la atención tanto sobre la humanidad del niño no nacido (¡un “bebé”!) como sobre la violencia inherente y grotesca del aborto.

Sin Roe, este es el tipo de lenguaje moralmente correcto que necesitamos escuchar de nuestros políticos. Lamentablemente, sin embargo, demasiados políticos supuestamente “provida” se han negado a demostrar liderazgo moral sobre el tema, informando proactivamente a los votantes.

En lugar de intentar cambiar la situación pública empleando los mejores y más eficaces argumentos y evidencias sobre la humanidad del niño no nacido, leen los resultados de las encuestas de opinión y elaboran sus mensajes en consecuencia.

En este momento histórico, lo que necesitamos con urgencia son políticos que estén dispuestos y sean capaces de ser portavoces poderosos del niño no nacido y de sus mamás, muchas veces presionadas y engañadas. Ya no basta con hacer acuerdos secretos con el movimiento provida para obtener apoyo a cambio de modestos avances legislativos. Lo que necesitamos son defensores eficaces, educados y compasivos de los niños no nacidos.

Oremos por el presidente Trump, todos los demás candidatos presidenciales republicanos y por el resultado de las elecciones de 2024. Oremos para que Dios levante líderes morales eficaces y convencidos entre nuestra clase política, que puedan llevar la noción desde Roe a una época en la que no sólo permitamos a los estados proteger la vida humana, sino que nuestra nación en su conjunto consagre el derecho fundamental a la vida de todo ser humano, incluido el niño no nacido, en la ley y, sobre todo, en la Constitución.

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