El regreso de los sacrificios humanos a México

 

Padre Shenan J. Boquet

Presidente

Vida Humana Internacional

 

Publicado originalmente en inglés el 18 de septiembre de 2023 en: https://www.hli.org/2023/09/the-return-to-human-sacrifice-in-mexico/

 

Publicado en español en el boletín electrónico “Espíritu y Vida” de Vida Humana Internacional 22 de septiembre de 2023.

Vol. 07.

No. 36.

 

Y también en vidahumana.org en Temas/Aborto/Aborto, cultura y leyes.

 

Vida Humana Internacional agradece a José A. Zunino la traducción de este artículo.

 

 

En el año 1531, Nuestra Señora se apareció a un humilde campesino mexicano llamado Juan Diego. En ese momento, México todavía era esclavo de la antigua religión azteca sedienta de sangre, en la que el sacrificio humano desempeñaba un papel clave.

 

El propio Diego era de ascendencia azteca. Sin embargo, él y su esposa estuvieron entre los primeros aztecas en ser bautizados tras la llegada de un grupo de frailes franciscanos. Al hacerse cristiano, Juan Diego aceptó una religión que difería radicalmente de la que seguía su propio pueblo.

 

Un artículo de 2011 en Historie Today relata sólo un ejemplo de la increíble escala de la matanza azteca. “Los aztecas eran una cultura obsesionada con la muerte: creían que el sacrificio humano era la forma más elevada de curación kármica”, escribió el historiador Tim Stanley.

 

Cuando se consagró la Gran Pirámide de Tenochtitlán en 1487, los aztecas registraron que 84.000 personas fueron masacradas en cuatro días. El autosacrificio era común y los individuos se perforaban las orejas, la lengua y los genitales para nutrir los pisos de los templos con su sangre.

 

Como era de esperar, hay evidencia de que México ya sufría una crisis demográfica antes de la llegada de los españoles.

 

Sin embargo, la aparición de Nuestra Señora a Juan Diego marcó un punto de inflexión en la historia de México. Frente a los dioses viciosos y sanguinarios de los aztecas, encontramos la imagen de una mujer, embarazada de una nueva vida, que llama al pueblo azteca a la conversión.

 

En lugar de dioses que exigen sangre, Nuestra Señora señaló el sacrificio de su Hijo, quien dio Su sangre para la salvación de todos, ofrecida como un regalo gratuito, accesible a través del arrepentimiento, la fe y el bautismo.

 

A raíz de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego, la religión cristiana se extendió como la pólvora. Millones de indígenas mexicanos se convirtieron a la fe cristiana en las décadas siguientes.

 

Como era de esperar, los sacrificios humanos desaparecieron rápidamente, en parte porque los conquistadores españoles los prohibieron, pero finalmente porque tal barbarie era completamente incompatible con la aceptación generalizada de una fe que predicaba el infinito amor de Dios por los seres humanos, que fueron creados a Su imagen y semejanza.

 

El resultado es que desde el siglo XVI, América Latina, bajo el patrocinio de Nuestra Señora de Guadalupe, ha sido un poderoso ejemplo de una cultura católica dinámica. Incluso cuando la mayor parte del Occidente desarrollado ha caído en el ateísmo y la barbarie posmoderna, incluida la matanza generalizada de seres humanos no nacidos mediante abortos legales, América Latina se ha mantenido firme y ha luchado valientemente para proteger una Cultura de la Vida.

 

Un enorme paso hacia atrás en México

 

La firme negativa de las naciones latinoamericanas a seguir a Occidente por el precipicio moral ha enfurecido a muchas organizaciones internacionales pro-aborto. En las últimas décadas, ONG occidentales ricas y poderosas han invertido dinero en América Latina, con la esperanza de socavar el consenso provida. Si bien la mayor parte de la región se ha mantenido firme, ha habido importantes grietas en los cimientos. En 2007, por ejemplo, Ciudad de México legalizó el aborto más o menos a pedido, hasta las 12 semanas de embarazo. Luego, en 2021, la Corte Suprema de México falló en contra de las leyes provida de un estado, creando un precedente que a los activistas provida les preocupaba que se utilizara para atacar las leyes provida en otros estados del país.

Ahora, hace apenas unos días, ese miedo parece haberse hecho realidad. La Corte Suprema de México ha intervenido una vez más, emitiendo un fallo que afirma que la penalización del aborto es “inconstitucional” y que parece probable que expanda masivamente el aborto en la antigua nación provida.

La Corte, en un repugnante comunicado, argumentó que “la penalización del aborto constituye un acto de violencia y discriminación de género, ya que perpetúa el estereotipo de que las mujeres y personas con capacidad de quedar embarazadas sólo pueden ejercer libremente su sexualidad para procrear y refuerza el rol de género que impone la maternidad como destino obligatorio”.

Como es tan típico en las declaraciones a favor del aborto, en ninguna parte encontramos ninguna mención de la otra persona involucrada en un aborto: es decir, el bebé no nacido, cuya vida termina en cada aborto. Actualmente, los juristas están debatiendo con precisión qué tan amplio será el efecto de la decisión de la Corte Suprema de México. La complejidad surge del hecho de que muchos de los estados todavía tienen leyes provida en vigor.

Dado que esta decisión sólo se aplica a nivel federal, el aborto sigue siendo técnicamente ilegal en muchos de esos estados. Como señala el New York Times, “el fallo del miércoles no tiene efecto sobre las leyes locales y el aborto sigue siendo ilegal en 20 de los 32 estados del país”. Por lo tanto, en las próximas semanas y meses es probable que haya una batalla prolongada sobre cómo se implementará la decisión de la Corte Suprema en varios estados.

Sin embargo, Luis Martínez, director y representante de Human Life International ante la Organización de Estados Americanos (OEA), me explicó lo devastadora que cree que es esta decisión de la Corte Suprema.

Según Martínez, esta decisión no sólo es similar al caso “Roe v. Wade” de México, sino que en algunos aspectos es incluso peor que Roe. Según señaló, con la decisión “no sólo se elimina el aborto como delito en [el estado mexicano de] Aguascalientes, sino en la legislación federal mexicana”, por lo que “todas las instituciones de salud en todo el país, bajo jurisdicción federal, deben ofrecer servicios de aborto”. Esto incluye el Instituto Mexicano del Seguro Social, la institución de salud más grande de toda América Latina, que atiende a alrededor del 70% de la población mexicana.

La decisión, añadió Martínez, “deja en claro que cualquier legislación local o federal contra el aborto será impugnada y anulada judicialmente y que incluso en los 20 estados en los que aún está prohibido, las mujeres podrán abortar en instituciones federales”.

Además, mientras que Roe había legalizado el aborto bajo consideraciones de “privacidad” vagas y en última instancia extremadamente débiles de la Enmienda 14, la decisión mexicana se basa en motivos más sólidos de “igualdad, no discriminación y derecho a la salud”, lo que potencialmente hace que esta decisión sea aún más difícil de anular.

Como me dijo Martínez, es profundamente preocupante que incluso cuando el aborto está comenzando a retroceder en Estados Unidos, con muchos estados que prohíben el aborto, en América Latina hay una presión creciente para avanzar en la dirección opuesta. México, señaló, es un “referente político” para América Latina. Existe el riesgo de que los activistas abortistas utilicen la situación en México como una “cuña” para impulsar cambios en las naciones vecinas.

Con esta decisión, México ha dado otro paso gigante hacia atrás, regresando en espíritu a la época anterior a la aparición de Nuestra Señora a Juan Diego, en la que la vida humana era considerada de bajo precio. Ahora, en México, los niños no nacidos pueden ser sacrificados legalmente al paganismo moderno que ha arrasado con tantas naciones “desarrolladas”.

 

La ola azul provida

 

Sin embargo, incluso mientras lamentamos esta última decisión, debemos tener cuidado de no caer en la narrativa de los medios de que la legalización del aborto es de alguna manera “inevitable” en América Latina. Este es el mensaje que los activistas pro-aborto siempre han predicado, con la esperanza de desanimar a los activistas provida.

El desánimo y la desesperación son del Maligno. Si los activistas provida en Estados Unidos hubieran cedido a esta tentación, nunca habríamos visto la anulación de Roe y la construcción de un movimiento formidable que ha salvado las vidas de incontables cientos de miles de niños no nacidos. Cada ideología malvada tiene su momento, pero con el tiempo la cordura se recupera después de que la gente presencia los males desatados por ideas falsas e inhumanas.

En México, los activistas provida están prometiendo no abandonar la lucha. Irma Barrientos, directora de la Asociación Civil por los Derechos de los Concebidos, dijo a Associated Press: “No vamos a parar. Recordemos lo que pasó en Estados Unidos. Después de casi 50 años, la Corte Suprema revocó su decisión sobre el aborto y no vamos a parar hasta que México garantice el derecho a la vida desde el momento de la concepción”.

En el debate sobre el aborto en América Latina, quienes apoyan la legalización del aborto han adoptado el color verde, mientras que quienes apoyan el derecho a la vida del no nacido han adoptado el color azul. A los medios les encanta hablar de una supuesta “ola verde” que derribará las leyes provida en todo el continente.

Es cierto que las fuerzas pro-aborto han obtenido algunas victorias en los últimos años, incluso en Argentina, Colombia y Uruguay. Sin embargo, los activistas provida se han estado movilizando con notable coordinación en todo el continente, organizando manifestaciones masivas dondequiera que las fuerzas proabortistas hayan intentado abordar las defensas provida de la región. En muchas naciones latinoamericanas, los océanos azules se han enfrentado a cada “ola verde”, repeliendo repetidamente el ataque que se aproxima.

 

Debemos rezar a Nuestra Señora de Guadalupe

 

Es evidente que en estos momentos se está librando una gran batalla por la vida en toda América Latina. Esta última decisión de la Corte Suprema de México es un golpe devastador para los defensores de la vida mexicanos y una sentencia de muerte para niños no nacidos inocentes.

Como señalaron los obispos mexicanos en un comunicado tras el fallo, la decisión de la Corte “normaliza la cultura del descarte y deja a las autoridades y a la sociedad en su conjunto sin responsabilidad por el cuidado y protección de toda vida humana”. La “concepción y el nacimiento de una nueva vida representan un bien cuyo valor es infinito”, agregaron los obispos. Como tal, “sería deplorable institucionalizar la violencia contra los débiles con el permiso de la ley”.

Los obispos agregaron que “la fe nos ayuda a mirar más profundamente el terrible drama del aborto” e instaron a los católicos a “proclamar ante todos la grandeza y la dignidad de cada hombre, cuya vida es un don de Dios; un don que requiere ser acogido y protegido en todas sus formas tal como nos ha enseñado Jesucristo, que es el camino, la verdad y la vida”.

Nuestra Señora no se apareció a Juan Diego en vano. Gracias a la intercesión de Nuestra Señora, el pueblo mexicano les dio la espalda a las fuerzas sanguinarias del paganismo. Con la intercesión de Nuestra Señora, una vez más pueden repeler las fuerzas paganas modernas que restablecerían el sacrificio humano.

Únase a mí en oración a Nuestra Señora de Guadalupe por México y toda América Latina. Protegida por el manto de Nuestra Señora, América Latina puede seguir sirviendo como un faro para el mundo de cómo es posible construir una cultura basada en un respeto incondicional por toda vida humana.

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