Stefano Gennarini, J.D.
NUEVA YORK, 26 de agosto (C-Fam) El Fondo de Población de la ONU [UNFPA, por sus siglas en inglés] se tira de cabeza en teología, exégesis y prácticas espirituales en un nuevo manual sobre religiones, sexualidad y asuntos reproductivos para diplomáticos y miembros de la ONU.
«¡Estamos aquí!» dijo Azza Karam, del Fondo de Población, a cuarenta líderes de organizaciones religiosas y confesionales en la sede de la ONU la semana pasada. Hay «muchos rincones de conocimiento», sostuvo, a la vez que lamentó la existencia de una «oposición conservadora muy organizada».
Karam, politóloga formada en los Países bajos, presentó un esbozo del manual que actualmente está preparando el organismo de la ONU. Este pretende presentar las posturas de las principales religiones en cuanto al aborto y la anticoncepción junto con puntos no polémicos que entran dentro de la definición de “salud sexual y reproductiva”, como poner fin al matrimonio infantil y forzado, y a la mutilación genital femenina.
«No está dirigido a un público religioso» sino a delegados y miembros de la ONU que debaten estos asuntos en negociaciones intergubernamentales, sostuvo.
El manual indagará en la interpretación y exégesis de textos religiosos, posturas doctrinales y demás debates intrarreligiosos tanto a favor como en contra de la anticoncepción y el aborto desde la perspectiva de las ciencias sociales.
Karam dijo que sacará a relucir la «disonancia entre teología y práctica» e incluirá lecturas religiosas que «apoyan los derechos humanos en cuestión». Ofrecerá interpretaciones de «lectores sensibles con respecto al género que desafían la ortodoxia», por ejemplo, mujeres teólogas a las que se da recursos para proponer lecturas “religiosas” que respaldan la anticoncepción.
«El aborto es lo que nos causa mayor pesar», afirmó Karam antes de repetir el descargo de responsabilidad frecuentemente citado aunque ambiguo de que el Fondo de Población no presiona por cambios en las leyes de aborto, pero sí promueve el aborto «seguro» [1].
Estuvieron presentes representantes de varias denominaciones cristianas junto con líderes del bahaísmo, budistas, hindúes, judíos y musulmanes. El grupo emitió una declaración de apoyo a la “salud y los derechos sexuales y reproductivos” en políticas de la ONU.
La Iglesia Católica no tuvo representación oficial en la reunión y no intervino en la preparación de la declaración. Rechaza sistemáticamente el término “salud sexual y reproductiva” en la política de la ONU porque se lo define de forma ambigua para incluir el aborto donde es legal.
«¿Nos hemos perdido alguna perspectiva importante?», Karam preguntó a los líderes religiosos, buscando respuestas sobre el proyecto dadas sus «formaciones teológicas». No se había entregado a todos el borrador del manual antes de la reunión y estaban enterándose de él por primera vez.
Karam explicó que el manual no podía abordar «todos los temas polémicos», sino solo aquellos que surgen en el contexto de las negociaciones intergubernamentales.
Algunos de los presentes sostuvieron que hay «misóginos» al mando de religiones, lo cual torna arriesgado asociarse a ellos para iniciativas de desarrollo.
Una panelista les invitó a «encontrar la próxima generación de personas que amplíe las fronteras». Katherine Marshall de la Universidad de Georgetown dijo a los presentes que «vayan más allá de las estructuras formales» de las religiones y se involucren en el debate «intrarreligioso», en contraposición al «interreligioso».
Marshall dijo que las religiones quizás sean la mejor red para promover las iniciativas de desarrollo, especialmente en el sector de la salud.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
Nota de VHI:
[1]. El mito del aborto legal y “seguro” para la mujer se sigue usando para promover la legalización de este crimen, a pesar de haber sido refutado una y otra vez. Véase en el tema “Aborto” en http://vidahumana.org/aborto-temas-de-ayuda, “Engaños, estrategias e historias de horror”.
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