La ideología a favor de bebés genéticamente modificados (I)
Padre Shenan J. Boquet
Presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado originalmente en inglés el 17 de noviembre del 2025 en: https://www.hli.org/2025/11/the-fight-against-designer-babies/
La manipulación genética se torna arbitraria e injusta cuando reduce la vida a un objeto, cuando olvida que se trata de un ser humano, capaz de inteligencia y libertad, digno de respeto cualesquiera que sean sus limitaciones; o cuando trata a la persona humana con criterios que no se fundamentan en la realidad integral de su ser, a riesgo de atentar contra su dignidad. En tal caso, expone a la persona humana al capricho de otros, privándolo así de su autonomía.
- Papa San Juan Pablo II, Discurso de clausura de la Trigésima Quinta Asamblea General de la Asociación Médica Mundial. –
Ciertos científicos que trabajan para una pequeña empresa emergente en San Francisco están llevando a cabo una investigación respecto de la cual los especialistas en bioética (= ética de la medicina) han alertado durante décadas: la producción de niños genéticamente modificados. La noticia de esta distópica iniciativa nos llega gracias al Wall Street Journal (WSJ).
En un artículo reciente, el WSJ puso de relieve el esfuerzo que realiza una empresa llamada Preventive, ubicada en Silicon Valley, California. La modificación genética en embriones humanos está prohibida en Estados Unidos. Para sortear esta prohibición, Preventive busca un lugar donde pueda realizar su “investigación” sin infringir la ley, como los Emiratos Árabes Unidos.
Los límites éticos de la ingeniería genética
Según el WSJ, los financiadores del proyecto, entre ellos Brian Armstrong, cofundador y director ejecutivo de Coinbase, habían estado considerando la posibilidad de llevar a cabo esta investigación en secreto. Preventive solo anunciaría el nacimiento de un niño sano modificado genéticamente antes de que la comunidad científica y médica tuviera la oportunidad de objetar; un paso decisivo para impactar al mundo y lograr su aceptación.
Tras la publicación de los planes de secretismo por el WSJ, Armstrong y otros inversores anunciaron que Preventive había recaudado 30 millones de dólares para probar la tecnología de edición genética. Negaron haber mantenido el proyecto en secreto.
Si bien Preventive afirmó que solo buscaba realizar esta investigación con el objetivo de poder curar enfermedades genéticas, los expertos no están convencidos de ello.
“Estas personas no están investigando enfermedades genéticas”, declaró Fyodor Urnov, director del Instituto de Genómica Innovadora de la Universidad de California, Berkeley, al WSJ. “O mienten, o están delirando, o ambas cosas. Estas personas, armadas con sacos de dinero malgastados, están trabajando en ‘mejorar a los bebés’”.
La [mal llamada] “clínica” de fertilización in vitro del futuro combinará diversas tecnologías:
- Gametogénesis in vitro (GIV): creación de óvulos a partir de células de la piel o la sangre (mucho menos invasivo).
- Diagnóstico genético preimplantacional (DGP): selección del embrión que mejor se ajuste a las necesidades, idealmente entre miles (véase el punto 1).
- Edición embrionaria: modificaciones adicionales para la prevención de enfermedades o para mejorar las características genéticas del embrión.
- Úteros artificiales: eliminación del riesgo y la carga del embarazo.
Aún queda mucho trabajo por hacer, pero esto podría contribuir a frenar el descenso de la natalidad. Además, aceleraría la evolución (que, por selección natural, es un proceso muy lento que solo optimiza la supervivencia y la reproducción).
Nota del Editor: Esta última aseveración presume que la evolución humana es una ciencia ya demostrada, cuando en realidad es una teoría que adolece, en el “mejor de los casos”, de serios problemas científicos no resueltos, por no decir imposibles de resolver.
A principios de este año, Armstrong publicó en Twitter que imaginaba la “clínica de fertilización in vitro del futuro” incluyendo la edición genética, lo que podría ayudar a “acelerar la evolución”. Dicha clínica también implicaría pruebas genéticas de embriones humanos para “elegir el embrión que mejor se ajuste a lo que se desea, idealmente entre miles o más”, así como “úteros artificiales”.
La edición genética: lo moral vs. lo inmoral
Sin duda, muchos se dejarán engañar por las afirmaciones de Preventive de que simplemente trabajan para erradicar el flagelo de las enfermedades hereditarias. Quienes piensen así no estarán del todo equivocados al creer que las terapias genéticas, en general, pueden ser prometedoras como un avance tecnológico positivo. Por ejemplo, la Iglesia Católica apoya la investigación dirigida a curar enfermedades y considera la intervención genética moralmente aceptable cuando respeta la dignidad humana y no implica la destrucción de embriones humanos o los daños que se les podrían causar.
Sin embargo, lo que Preventive busca lograr no entra en esta categoría. Es distópico, incluso diabólico.
El Vaticano advirtió sobre las implicaciones éticas de la tecnología de edición genética en 2008, en el documento Dignitas Personae. Este documento, publicado por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (antes llamado Congregación para la Doctrina de la Fe) (CDF), es una actualización de la instrucción Donum Vitae de 1987, en la que la CDF abordó algunos de los problemas bioéticos más espinosos de la época.
La tecnología avanzó a pasos agigantados en las décadas transcurridas desde la publicación de Donum Vitae. De ahí surge Dignitas Personae, que aborda con detalle el tema de la edición genética.
La terapia génica
En el documento, la CDF distingue entre dos formas de terapia génica: 1) Terapia génica de células somáticas (células del cuerpo) y 2) Terapia génica de células germinales o reproductivas (óvulos y espermatozoides). La terapia de células somáticas es una forma de terapia destinada a eliminar defectos en células distintas a las reproductivas. En este caso, la edición genética puede eliminar la enfermedad en un paciente, pero los genes editados no se transmiten a la descendencia. Estas terapias pueden, en principio, ser moralmente lícitas, según la CDF, que enumera diversas condiciones que deben cumplirse para que sean aceptables.
La terapia de células germinales, en cambio, plantea cuestiones éticas mucho más complejas. En este caso, los genes editados pueden transmitirse a las generaciones futuras, con todas las implicaciones trascendentales que esto conlleva; es decir, un científico en un laboratorio podría alterar permanentemente el código genético de generaciones de seres humanos.
Sin embargo, incluso en este caso, el Vaticano no descarta, en principio, la licitud de la tecnología. El problema actual, señalan, es que la terapia germinal conlleva demasiados riesgos. “Dado que los riesgos asociados a cualquier manipulación genética son considerables y aún no se pueden controlar por completo», indica la Congregación para la Doctrina de la Fe, «en el estado actual de la investigación, no es moralmente permisible actuar de una manera que pueda causar daño a la descendencia resultante”.
Sin embargo, esto no se aplica en absoluto al tipo de investigación que lleva a cabo Preventive, es decir, la que implica la aplicación de tecnologías de edición genética a embriones humanos para su uso en la fecundación in vitro. En otras palabras, los científicos crean embriones humanos, a menudo en grandes cantidades, y luego los editan.
Lograr el nacimiento de un embrión humano modificado genéticamente implicaría seleccionar los embriones más “deseables”, implantarlos en el útero de una madre sustituta y destruir el resto. “Por estas razones”, concluye la CDF, “debe afirmarse que, en su estado actual, la terapia con células germinales en todas sus formas es moralmente ilícita”.
Continuará.
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