La inteligencia artificial (criminal) en la pornografía
Padre Shenan J. Boquet
Presidente de Vida Humana Internacional.
Publicado originalmente en inglés el 20 de octubre del 2025 en: https://www.hli.org/2025/10/ai-pornography-an-the-death-of-real-love/.
Vida Humana Internacional agradece a José A. Zunino la traducción de este artículo.
Quienes produzcan y compartan material generado por la inteligencia artificial (IA) deben tener siempre cuidado de comprobar la veracidad de lo que difunden y, en cualquier caso, deberían evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos.
Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para la Cultura y la Educación, Documento Antiqua et Nova, no. 89.
Hace unos días, el director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, anunció que las futuras versiones del popular chatbot Chat GPT mantendrían conversaciones sexuales con sus usuarios. [Un chatbot es una aplicación o programa diseñado para estimular una conversación por medio de textos o voces que interactúan. Estos programas pueden involucrar a los usuarios en conversaciones, proveyéndoles respuestas que imitan el comportamiento humano.].
“A medida que implementemos un control de edad más completo y como parte de nuestro principio de tratar a los usuarios adultos como adultos, permitiremos contenido erótico para adultos verificados”, escribió Altman en una publicación en X. Con esto, simplemente cumplía con un anuncio previo de la compañía que decía que pronto permitiría a los programadores crear aplicaciones ‘para adultos’ para Chat GPT. Y añadió:
“Hicimos que Chat GPT fuera bastante restrictivo para asegurarnos de tener cuidado con los problemas de salud mental. Sabemos que esto lo hacía menos útil y agradable para muchos usuarios sin problemas de salud mental, pero dada la gravedad del problema, queríamos solucionarlo. Ahora que hemos podido mitigar los graves problemas de salud mental y contamos con nuevas herramientas, podremos relajar las restricciones de forma segura en la mayoría de los casos.
“Dentro de unas semanas, planeamos lanzar una nueva versión de Chat GPT que permita a los usuarios tener una personalidad que se comporte de forma más parecida a la que a la gente le gustaba de 40 (¡esperamos que sea mejor!). Si quieres que tu Chat GPT responda de forma muy humana, usa muchos emojis o actúa como un amigo, Chat GPT debería hacerlo (pero solo si lo deseas, no porque estemos maximizando el uso). En diciembre, a medida que implementemos el control de edad de forma más completa y como parte de nuestro principio de ‘tratar a los usuarios adultos como adultos’, permitiremos aún más… contenido erótico para adultos verificados.”
Esto me recordó algo que escribí hace unas semanas, en otra columna sobre el impacto de la tecnología de inteligencia artificial. Como escribí allí,
Resulta asombroso pensar que muchas de las personas que lideran la revolución de la IA que transforma rápidamente la sociedad son programadores de veintitantos años. Su ingenio, o incluso su lucidez intelectual, a menudo solo es comparable a su ignorancia, o incluso su indiferencia, ante las consecuencias más amplias de las aplicaciones que desarrollan.
¿Podría haber una prueba más convincente de la verdad de esta afirmación que la sorprendentemente arrogante declaración de Altman de que Chat GPT lanzará funciones que permitan conversaciones eróticas con los usuarios?
Nota del Editor: La pornografía, de cualquier forma que sea, mata el amor en el corazón del Hombre.
Los chatbots están traspasando los límites
Esta parece ser la distopía que nos traen los “tech bros” (expertos en tecnología) de Silicon Valley: un mundo donde innumerables seres humanos participan en conversaciones sexualmente explícitas con inteligencia artificial no humana. La “ventaja” de estos chatbots, según sus programadores, es que no tendrán absolutamente ninguna necesidad, preferencia ni límite personal, lo que significa que podrán cumplir con cualquier fantasía sin pedir nada a cambio, ni mucho menos amor, ni siquiera una sensación de seguridad. Pueden ser entrenados para adaptar cada respuesta a las preferencias precisas de cada usuario, sin importar cuán degradantes, violentas o destructivas sean.
Chat GPT ya está siendo aclamada por muchos como una de las tecnologías más innovadoras y disruptivas de la historia de la humanidad. La magnitud de su impacto se puede apreciar con un vistazo a las estadísticas. Este mes, se reporta que la aplicación tiene entre 700 y 800 millones de usuarios semanales.
Chat GPT es solo uno de los muchos chatbots de IA lanzados por diversas empresas, como Google, Microsoft, X y otras. Ya hay muchos informes de personas que desarrollan relaciones aparentemente profundas, incluso de dependencia, con estos chatbots. En un período de tiempo sorprendentemente breve, muchas personas se han adaptado a la idea de recurrir a chatbots con apariencia humana para obtener respuestas y perspectivas sobre algunos de los problemas más fundamentales de sus vidas.
La explotación de la debilidad humana
Se podría escribir fácilmente un libro sobre las implicaciones de esta intrusión de la tecnología en algunos de los aspectos más sagrados de la vida humana. Sin embargo, las implicaciones para la vida familiar y la sexualidad son potencialmente las más destructivas. En el campo de la biología existe los que se llama “estímulo supernormal”. Lo que los científicos han descubierto es que varios animales están predispuestos a responder a ciertos estímulos sensoriales. Sin embargo, cuando se exagera ese estímulo, puede hacer que los animales busquen la satisfacción de su atracción (o aversión) hacia ese estímulo hasta el agotamiento total, e incluso la muerte.
Hay muchos ejemplos de esto. El ejemplo clásico se relaciona con la reacción de los machos de cierto pez, el espinoso, ante el vientre rojo brillante de un posible rival macho. Si bien los machos de pez espinoso atacan el vientre rojo brillante de dicho rival, atacan con mayor intensidad un palo pintado de vivos colores, incluso si este no se parece en nada a un pez.
Muchas de las adicciones humanas más destructivas se alimentan esencialmente de estímulos supernormales. Si bien las actividades saludables, como completar un proyecto difícil en el trabajo, producen dopamina, que impulsa a la persona a lograr metas aún más difíciles, las drogas, las apuestas y los deportes de alto riesgo pueden secuestrar ese sistema, impulsando al adicto a buscar cada vez más el estímulo, sin importar las consecuencias negativas.
Cuando el placer se vuelve en nuestra contra de la persona humana
El tipo de pornografía dura en las transmisiones de alta definición y que se ha vuelto frecuente en los últimos veinte o treinta años ya es un ejemplo de estímulo supernormal. Las relaciones sexuales dentro de una relación humana normal y sana guardan poca similitud con las actividades altamente coreografiadas y retocadas que realizan las estrellas porno profesionales: estrellas que, como mínimo, van muy maquilladas, pero que a menudo se someten rutinariamente a cirugías plásticas para mejorar diversas partes de su cuerpo de maneras que distan de ser naturales, pero que secuestran los circuitos cerebrales del deseo humano.
Sin embargo, incluso este contenido altamente artificial está limitado por las realidades de la física y la biología. Ningún ser humano, por muy retocado o coreografiado que esté, puede ser “perfecto”. Siempre está limitado por su propia individualidad particular. Los chatbots de IA o los avatares porno, en cambio, no están limitados por nada parecido. Los programadores de IA ahora están desarrollando modelos cuyos cuerpos, “personalidades” y comportamientos pueden personalizarse para adaptarse a las preferencias particulares de cada usuario.
Nota del Editor: En el hinduismo, un avatar es la manifestación de una “deidad” o “alma liberada” que ha asumido una “forma corporal” en la tierra, una especie de “maestro divino encarnado”. En el lenguaje tecnológico actual, un avatar es una imagen o figura que representa a una persona en particular en los videojuegos, foros de la Internet, etc.
Igualmente inquietante es que estos personajes de la IA no tienen preferencias propias ni se preocupan por su bienestar. Ya sabemos que la pornografía ha tomado un giro inquietante hacia lo violento y degradante desde la llegada de la pornografía en línea. Parece que los usuarios de pornografía se han vuelto cada vez más insensibles a la excitación pornográfica y necesitan contenido cada vez más estimulante para aumentar su excitación. La pornografía con IA permitirá a los usuarios interactuar con modelos de IA completamente personalizados, que dirán y harán lo que sus usuarios quieran, sin importar cuán cruel, violento o degradante sea. Cabe preguntarse, ¿qué consecuencias tendrá esto para nuestra sociedad, ya de por sí sexualmente enferma?
El mito del “porno ético”
Algunos ya aclaman la invención del porno generado por IA como un avance maravilloso. Según afirman, este tipo de pornografía producirá una nueva forma “ética” de pornografía, que la gente podrá consumir sin remordimientos, ya que no hay seres humanos involucrados.
Es cierto que uno de los factores que ha unido a la izquierda y la derecha política en la oposición a la industria del porno es el hecho innegable de que esta destroza y escupe a actores y actrices porno con una rapidez brutal.
Nadie que examine seriamente la industria del porno puede negarlo. Si bien la izquierda, en general, ha sido más receptiva al porno, hay sectores significativos incluso en la izquierda, especialmente entre las feministas, que reconocen que el porno a menudo es lo más alejado de la “liberación” femenina para quienes lo producen. En muchos casos, apenas se distingue de la esclavitud sexual.
Los registros de la industria del porno están llenos de historias horribles de explotación sexual y financiera, sobredosis de drogas, suicidios y jóvenes vulnerables a los que se les roba su inocencia, autoestima y futuras oportunidades profesionales con falsas promesas de fama y riqueza que solo alcanza una pequeña minoría de estrellas porno.
Ahora, dicen los defensores del porno con IA, todos pueden estar tranquilos. La gente puede consumir porno generado con IA sin remordimientos, sabiendo que ningún ser humano resultó herido en su creación. Este tipo de análisis exasperantemente superficial del problema del porno es, por desgracia, demasiado frecuente.
Es absolutamente cierto que el porno producido con IA puede reducir la necesidad de actores y actrices humanos y podría, en cierta medida, reducir el nivel de sufrimiento que genera la industria. Sin embargo, existen muchos argumentos válidos que indican que el porno generado con IA solo empeorará muchos de los problemas de la pornografía.
Nota del Editor: Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar (Mateo 18:6).
La pornografía con inteligencia artificial no redimirá la industria
Ya tenemos generaciones de niños criados con pornografía violenta. Y la evidencia comienza a ser abundante: este adoctrinamiento, en el peor sentido de la palabra, en pornografía extrema ha moldeado los apetitos sexuales de una manera que tiene efectos profundamente dañinos en sus usuarios.
Las encuestas recientes revelan que hasta un tercio de los estudiantes universitarios reportan que, en sus encuentros sexuales recientes, su compañero sexual incurrió espontáneamente en la práctica de la “estrangulación”. En muchos casos, el estudiante, criado con la nueva generación de pornografía extrema, se sorprende al descubrir que a su compañera no le gusta que la estrangulen; de hecho, considera que esta macabra práctica es profundamente aterradora y nada romántica.
Les dejo a ustedes pensar en el impacto que esto tendrá en la capacidad de las generaciones futuras para tener relaciones y matrimonios saludables. Sin embargo, ¿cuánto empeorará el problema cuando las personas interactúen con estrellas porno generadas por la IA, que harán y dirán lo que quieran, sin ninguna restricción? ¿Quién afirmará siempre disfrutar de lo que su usuario quiera hacer o decir, sin importar cuán violento o degradante sea, porque para eso está programado?
Es inevitable que más personas comiencen a evitar las relaciones humanas por completo, pues ¿qué ser humano puede competir con un avatar de la IA que no quiere nada, no exige nada y hará todo lo que se le pida?
Y cuando las personas entablan relaciones humanas, sus deseos y expectativas pueden estar tan profundamente moldeados por los mensajes falsos de la pornografía generada por la IA, que rápidamente se cansarán de su compañera o compañero sexual, que no satisface todos sus deseos.
Los seres humanos no son mercancía
La Iglesia Católica ha desarrollado una rica antropología (visión de la persona humana) que nos ayuda a comprender el problema de la pornografía.
La Iglesia enseña que los seres humanos están hechos a “imagen y semejanza de Dios” (Genesis 1,27). Y como el Papa San Juan Pablo II enseñó con tanta elocuencia a lo largo de su pontificado, esto significa que un ser humano nunca puede ser reducido simplemente a un “medio para un fin”. Reducir a un ser humano a un objeto o instrumento para el propio placer o progreso, sin importar su propio bienestar, es convertirlo en un “producto” o “mercancía” para ser consumido, no amado ni apreciado por su valor intrínseco.
La educación en esta rica antropología centrada en el ser humano comienza en la familia. Es en la familia donde los niños aprenden (o deberían aprender) que son amados por sí mismos e incondicionalmente, por quienes son, no por lo que puedan hacer o aportar a la familia. También aprenden a tratar a los demás de la misma manera.
Contrariamente a quienes defienden la pornografía, esta no es simplemente una forma de “entretenimiento”. ¡Como si pudiera existir algo que sea “mero entretenimiento”! Todo lo que depositamos en nuestra mente e imaginación influye en nuestra visión del mundo. Nuestros recuerdos e imaginaciones moldean profundamente nuestra visión consciente e inconsciente del mundo.
Una dieta constante de pornografía es tan “educativa”, en el peor sentido de la palabra, como cualquier cosa que se aprenda en la escuela. En muchos sentidos, es mucho más poderosa. Un profesor de teología puede enseñar a sus alumnos sobre la “dignidad del hombre” hasta la extenuación. Pero si sus alumnos vuelven a casa y consumen pornografía degradante, ya sea real o generada por la inteligencia artificial, sus lecciones están siendo poderosamente subvertidas por algo que habla directamente a los circuitos cerebrales de deseo más profundos de sus alumnos.
Forjando el corazón para la verdad y el bien
La educación tiene tanto que ver con la formación de las pasiones (emociones fuertes) buenas de los estudiantes como con su intelecto. Por eso, la educación tradicional pone tanto énfasis en aspectos como la memorización y recitación de poesía, la música, el teatro y la gran literatura. Al sumergirse en estas disciplinas, las pasiones buenas de los estudiantes los orientan sutil pero poderosamente hacia la verdad, la belleza y el bien.
La pornografía generada por IA, en cambio, enseña a los estudiantes a ver a sus semejantes exclusivamente a través del lente de lo “sexualmente deseable o indeseable”, y moldea sus deseos de tal manera que ningún compañero humano podría satisfacer sus expectativas.
Los Padres del Concilio Vaticano II escribieron en Gaudium et Spes que, como cualquier actividad humana, el desarrollo tecnológico debe estar orientado al servicio de la persona humana y contribuir a la búsqueda de “una mayor justicia, una fraternidad más amplia y un orden más humano de las relaciones sociales”, que son “más valiosos que los avances en el campo técnico” (Gaudium et Spes, no. 35).
Nota del Editor: Gaudium et Spes – “Gozo y esperanza” – es el título en latín de uno de los documentos más importantes del Concilio Vaticano II (1962-1965), cuyo título en el vernáculo es “La Iglesia ante el mundo contemporáneo”.
Obviamente, la pornografía de cualquier tipo, incluida la generada por IA, es completamente antitética a esta iniciativa de construir un “orden más humano” en la sociedad.
El 28 de enero de este año de 2025, los Dicasterios (agencias) del Vaticano para la Doctrina de la Fe y para la Cultura y la Educación publicaron un documento que analiza específicamente las implicaciones de la inteligencia artificial para la humanidad, actualizando el argumento de Gaudium et Spes para el mundo de hoy. El documento se titula “Vita et Nova: Nota sobre la relación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana.” Disponible en: Antiqua et nova – Nota sobre la relación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana(28 de enero de 2025).
Los autores del documento, los cardenales Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, expresaron en este documento que:
Como cualquier otra empresa humana, el desarrollo tecnológico debe estar al servicio de la persona humana y contribuir a los esfuerzos para lograr “más justicia, mayor fraternidad y un más humano planteamiento de los problemas sociales”, que “vale más que los progresos técnicos”. La preocupación por las implicaciones éticas del desarrollo tecnológico es compartida no sólo en el seno de la Iglesia, sino también por científicos, estudiosos de la tecnología y asociaciones profesionales, que reclaman cada vez más una reflexión ética para orientar ese progreso de manera responsable (no. 38).
Las máquinas reemplazan al amor
Los prefectos emitieron varias advertencias en el documento, instando a los usuarios, los programadores e incluso los gobiernos a ejercer control sobre el uso de la IA y a comprometerse a “garantizar que la IA siempre apoye y promueva el valor supremo de la dignidad de todo ser humano y la plenitud de la vocación humana” (no. 43).
Cabe destacar que los autores advierten que la IA puede conducir a un “aislamiento perjudicial” (no. 58). De hecho, demasiadas personas ya pasan la mayor parte de su tiempo solas, en sus habitaciones, interactuando con otros únicamente a través de medios digitales. Ahora, sin embargo, se comunican cada vez más, no con seres humanos, sino con la IA no humana. ¿Qué tan mal se pondrán las cosas cuando nuestras generaciones más jóvenes puedan comenzar a entablar una “relación” con una modelo pornográfica a su medida, que nunca las animará a desarrollar la madurez y las habilidades interpersonales necesarias para mantener una relación basada en el amor auténtico y abnegado? Las palabras que me vienen a la mente son “distópica”, incluso “apocalíptica”.
La batalla para salvar la inocencia
Casi siempre termino las columnas sobre la pornografía con una exhortación dirigida a los padres. Por favor, padres, ¡presten mucha atención a lo que hacen sus hijos en sus dispositivos digitales! Y asegúrense de implementar medidas de seguridad significativas.
Si la situación no fuera ya suficientemente difícil para los padres, la IA va a empeorarla mucho. Si bien Chat GPT afirma que solo ofrecerá sus funciones de chat erótico a adultos verificados, sabemos que la pornografía generada por la IA está proliferando. Cualquier adolescente con conocimientos informáticos mínimos probablemente podrá eludir estas restricciones de edad o encontrar sitios web que no sean tan rigurosos con la verificación de edad. Un número alarmante de jóvenes ya denuncian ser víctimas de la llamada pornografía “deep fake” (“imágenes fingidas profundas”). En estos casos, alguien toma una foto de la persona y luego crea un “avatar” desnudo con su rostro, el cual realiza actividades sexualmente explícitas. Cada vez más, estas “deep fakes” son tan convincentes que es difícil determinar su autenticidad. Ya existen historias de jóvenes que se quitan la vida después de que imágenes o vídeos de desnudos generados por la IA fueron compartidos ampliamente entre sus compañeros de clase.
Y esto es solo la punta del iceberg de lo que ya existe, o pronto existirá, gracias a los avances tecnológicos. Esto incluye no solo la pornografía generada por la IA, sino también la facilidad de acceso a dicha pornografía gracias a los teléfonos inteligentes, así como la mayor intensidad de los estímulos que ofrecen la realidad virtual y la tendencia de la pornografía hacia una violencia cada vez mayor.
Criando santos en una Babilonia digital
Realidades como esta exigen que los padres sean aún más diligentes. Si es posible, por favor, no les des teléfonos inteligentes a tus hijos hasta que sean adolescentes. Y si un niño necesita un teléfono (o cualquier tecnología con acceso a internet), asegúrense de contar con excelentes tecnologías de filtrado y de comprobar regularmente su funcionamiento.
Es casi imposible exagerar los peligros que el acceso sin restricciones a internet representa para las próximas generaciones. Incluso los padres más diligentes corren el riesgo de pasar por alto algo: por ejemplo, que su hijo tenga una cuenta de Chat GPT que pueda configurar en modo “anónimo” un avatar y hacer preguntas que solo deberían hacerse a sus padres.
La diligencia, las conversaciones habituales y la oración son sus armas para proteger la inocencia de sus hijos.
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