Kathleen Gilbert
WASHINGTON, Distrito de Columbia – 8 de diciembre de 2010 (Notifam) – ¿Cuán a menudo en EEUU se prescribe el carcinógeno del grupo uno – aquel reconocido como una causa “definitiva” de cáncer – a pacientes que están saludables? La respuesta es: tan a menudo como recetan la píldora hormonal de control de la natalidad.
Este dato poco conocido sobre la píldora fue presentado por la doctora Angela Lanfranchi, una cirujana oncóloga del seno y cofundadora del Instituto de Prevención del Cáncer de Seno, quien compartió su pericia sobre este fármaco en el congreso titulado “50 Años de la Píldora,” el cual se llevó a cabo el pasado viernes en Washington, Distrito de Columbia, EEUU”.
¿Acaso está bien que se le dé un carcinógeno del grupo uno a una mujer saludable?” Preguntó la Dra. Lanfranchi a la audiencia. “No tenemos que tomar un carcinógeno del grupo uno para estar liberadas.” La experta ofreció una gran cantidad de datos estadísticos provenientes de varias fuentes que sirven de apoyo a un hecho que es conocido dentro de la comunidad médica, pero que raramente es reconocido: el uso de la píldora está sólidamente vinculado al alto riesgo de cáncer de seno. También se cree que la píldora aumenta el riesgo del cáncer cervical y el cáncer de hígado”. Estas cosas no son nuevas, no es magia; se encuentran dentro de la bibliografía (médica),” dijo. La Dra. Lanfranchi también señaló el vínculo que existe desde 1973 entre el uso de la píldora y un 660% de riesgo en cáncer de seno no invasivo. “Las mujeres quieren saber, y las mujeres tienen el derecho de saber, lo que los investigadores han sabido durante más de 40 años”, dijo la facultativa.
La Dra. Lanfranchi también comparó el silencio noticioso apenas mencionado con la cobertura que los medios de difusión le dan al riesgo de cáncer de la terapia de reemplazo hormonal, de la cual se encontró, en el 2002, que era un carcinógeno. Una vez que se supo, 15 millones de las 20 millones de mujeres en EEUU que la tomaban dejaron de hacerlo. Ya para el 2007, los casos de cáncer de seno invasivo en las mujeres de más de 50 años de edad, debido al estrógeno receptivo de tumor positivo, cayeron en un 11%. Mientras tanto, dijo la experta, el anticonceptivo hormonal – esencialmente el mismo fármaco que la terapia de reemplazo hormonal y con el mismo riesgo de cáncer, cerca de un 25 a un 30% – continúa siendo promovido como si estuviese libre de riesgo y aún como si fuese saludable. Sin embargo, en el 2005 la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer, una rama de la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó las hormonas anticonceptivas como un carcinógeno del grupo uno, al igual que lo son el asbesto y la radiación. No fue igual a lo sucedido con el descubrimiento sobre la terapia de reemplazo hormonal, pues “no recuerdo ninguna noticia durante el horario noticioso de las seis de la tarde, en que se diese esta información,” dijo la Doctora Lanfranchi.
Aun cuando los libros de medicina apuntan a un 30% de aumento del riesgo de cáncer, la doctora Lanfranchi observó que prevalecía una actitud desdeñosa: “Considerando los beneficios de la píldora, este leve aumento de riesgo no es clínicamente significativo.” ¿No es clínicamente significativo? “¿Para quién?” preguntó la doctora Lanfranchi, mostrando una fotografía de una de sus propias pacientes de cáncer, la señora Suellen Bennett.
Otros dicen que “aun cuando el cáncer de seno sea causado por la píldora, a menudo es detectado a tiempo y los ‘beneficios’ de la píldora son una razón para no hablar de sus peligros“. Este tipo de disparates es a lo que uno se tiene que enfrentar cuando ya está curado. Uno pierde el pelo, pierde el seno,” dijo. Si a Suellen le hubiesen hablado de los riesgos, dijo la doctora Lanfranchi, “ella bien podría haber sido una de esas mujeres que hubiesen optado por no tomar la píldora.” La cirujana explicó que el estrógeno adicional que se recibe al tomar la píldora, no solamente causa una multiplicación excesiva del tejido del seno – lo que usualmente ocurre durante el ciclo de la menstruación –sino que además, cuando se metaboliza, puede dañar de modo directo el ADN de dicho tejido.
Debido a que el tejido del seno se mantiene susceptible al cáncer hasta que pase por una transformación estabilizadora durante el proceso de embarazo, dijo la doctora Lanfranchi, la píldora es particularmente peligrosa para las mujeres que todavía no han tenido su primer hijo, siendo éstas las que pertenecen al sector demográfico que más usan la píldora en EEUU.
Para mostrar cuán grande es la amenaza de la píldora para las jóvenes, la doctora Lanfranchi citó varias estadísticas. También citó de un meta-análisis en el 2006 de la Clínica de Mayo en EEUU, en el que se señaló que el riesgo de cáncer de seno aumenta en un 50% para las mujeres que toman anticonceptivos orales durante cuatro años o más antes de un embarazo llevado a cabo hasta el nacimiento del bebé. En el 2009, el Centro de Investigación de Cáncer de la Fred Hutchinson, determinó que las mujeres que empiezan a tomar la píldora durante su adolescencia, son cuatro veces más propensas a contraer el cáncer de seno triple negativo. Aún más alarmantes son los datos del oncólogo sueco, el doctor Hakan Olsson, quien concluyó que el uso de la píldora antes de los 20 años de edad, aumenta el riesgo de cáncer de seno en las jóvenes en más del 1000%. “Es como si uno tomara este coctel de molotov de un carcinógeno del grupo uno y lo echara dentro del seno de una joven,” dijo la doctora Lanfranchi. “¿Acaso esto no constituye abuso de menores?” En un mundo en que el 50% de los adolescentes toman la pastilla, la doctora Lanfranchi lamentó que los esfuerzos por controvertir públicamente la profunda dependencia social en la píldora se ha hecho casi imposible – aun cuando con este mensaje se salvarían innumerables vidas de mujeres.
La Dra. Lanfranchi comprende la dificultad que tienen los médicos en aceptar esa realidad. “Es difícil hablar de esto porque uno está cambiando la cultura……Quiero pensar que hice el bien, que ayudé a mis pacientes, que las cosas son mejores por lo que hice,” dijo. “Luego de una carrera de 25 años, me entero que he estado dispensando un carcinógeno del grupo uno durante los últimos 25 años, ello me impulsa a no aceptar ese hecho, pero hay que aceptarlo”.
Fuente: Notifam.net, http://notifam.net/index.php/archives/1992/. Versión del original en inglés: http://www.lifesitenews.com/news/surgeon-birth-control-pill-a-molotov-cocktail-for-breast-cancer. Traducido por Marlene Gillette-Ibern, abogada provida, trabaja con VHI.
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