Aborto por telemedicina:

Una directiva con recomendaciones de la Asociación Católica de Medicina de EEUU

 

PROVISO

 

La Asociación Católica de Medicina de EEUU (CMA, por sus siglas en inglés) se opone firmemente al aborto directo bajo cualquier circunstancia. Es contrario a la ley natural y a la misión organizacional de la CMA de ser fiel a los principios de la fe católica en el contexto de la ciencia de la medicina y de su práctica.[1]

 

El aborto priva deliberadamente a un ser humano inocente de su vida en su etapa más vulnerable, violando la clara doctrina católica de que “desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida” (CIC).[2]

 

La CMA es consciente de que lamentablemente el aborto es legal en muchos estados de EEUU. La reciente eliminación de restricciones federales de sentido común ha hecho que el aborto químico por telemedicina sea esencialmente accesible en toda la nación, y se ha convertido en el método predominante para dar fin a un embarazo.[3] Los profesionales de la salud de la CMA están profundamente preocupados por esta práctica del aborto debido a sus inherentes violaciones éticas y a sus daños, tal y como éste es practicado actualmente.

 

En este ensayo, la CMA detalla estas preocupaciones y propone reformas reglamentarias que incluyen a los que proporcionan atención a las pacientes en orden a corregir o minimizar las causas de estas preocupaciones. La CMA ofrece estas recomendaciones con la convicción de que a todas las pacientes – incluyendo aquellas que son sometidas a un aborto – se les deben fundamentales protecciones éticas, así como medidas médicas que minimicen el daño, las cuales están ausentes en el protocolo del aborto químico por telemedicina. La CMA presenta estas recomendaciones junto con su reiteración de su constante objeción al aborto directo, bajo cualquier circunstancia.

 

TRASFONDO: EL ABORTO QUÍMICO

 

El aborto químico, también llamado “aborto médico”, “aborto en casa” o “La Píldora del Aborto”, consiste en que la mujer ingiera dos píldoras consecutivamente: primero toma mifepristona, para bloquear la progesterona, que es esencial para sostener el crecimiento del embrión o el feto, de 24 a 48 horas después toma misoprostol, que causa contracciones uterinas para expulsar al embrión o feto ya muerto.

 

La mifepristona fue aprobada para abortar en el 2000 por la agencia del gobierno de EEUU que regula la venta de fármacos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés). La aprobación contó en aquel entonces con protocolos que restringían su uso: el requisito de que un médico con acceso a ultrasonografía viese a la paciente tres veces[4] y limitara el uso de la mifepristona hasta los 49 días (7 semanas) del embarazo.[5] En 2011, la FDA impuso una Estrategia para Evaluar y Mitigar Riesgos (REMS, por sus siglas en inglés), que requería que el suministro de la píldora del aborto y la consejería a las pacientes fuesen realizados en persona.[6] En 2016, la FDA extendió el período gestacional ya aprobado a 70 días (10 semanas), amplió también los profesionales de la medicina que podían dispensar el fármaco y retiró los requisitos que exigían informar acerca de los efectos adversos, excepto la muerte.

 

En 2021, durante la pandemia del COVID-19, la FDA permitió el envío por correo de píldoras para el aborto químico luego de una visita por telemedicina a un profesional de la salud y autorizó a los proveedores a recibir las órdenes para su envío de esta manera. En 2021, la FDA revisó la REMS permitiendo, ahora con carácter permanente, que estas píldoras se pudieran dispensar en las farmacias y también que se pudiera ordenar a los proveedores su envío por correo sin una previa cita médica en persona. Según los datos estadísticos de 2024, el aborto químico constituye el 63% de todos los abortos practicados anualmente en EEUU (véase otra vez la fuente citada en la nota 3). Este cambio de reglamentos ha suscitado preocupaciones significativas de carácter ético y social, que esbozamos a continuación.

 

PREOCUPACIONES ÉTICAS Y SOCIALES

 

El protocolo del aborto químico, tal y como ha sido aprobado actualmente por la FDA, ha causado numerosas violaciones a los estándares de la bioética que han sido aceptados universalmente. Estos estándares tienen por objeto asegurar la autonomía de las pacientes, así como su salud y bienestar. Entre estas violaciones se encuentra un consentimiento deficientemente informado debido a una subinformación parcializada acerca de los potenciales efectos adversos del aborto químico. También podemos incluir la retención deliberada de alternativas viables, como los protocolos que se basan en la progesterona en el caso de que la paciente se arrepienta y decida no proceder con el aborto químico una vez ingerida la píldora. Además, la situación creada por el aborto químico por telemedicina se presta para que aumente el riesgo de coerción y de daños a las menores de edad, para la promoción de la falta de honestidad por parte de proveedores y pacientes, la falta de atención a la angustia psicológica y/o espiritual de las pacientes, así como el conflicto de intereses entre las partes interesadas en la industria del aborto y la seguridad de las pacientes. Cada una de estas preocupaciones son descritas en detalle a continuación, incluyendo recomendaciones para su mitigación.

 

  1. CONSENTIMIENTO DEFICIENTEMENTE INFORMADO, AMENAZA PARA A LA AUTONOMÍA DE LA PACIENTE

 

El principio ético fundamental del respeto debido a la autonomía del paciente – uno de los cuatro pilares del marco ético principilismo que se aplican en la mayoría de los contextos de atención a la salud en EEUU que son aconfesionales,[7] se apoya mucho en la obtención de un válido consentimiento informado por parte del paciente. Solo así el paciente puede tomar una decisión bien sopesada y autónoma acerca de la atención a su salud.[8],[9] El Código de Ética Médica sobre el Consentimiento Informado de la Asociación de Medicina de EEUU (AMA, por sus siglas en inglés),9 especifica que cuando se obtiene un consentimiento informado para un tratamiento médico, los médicos deben proporcionar información acerca de “… las cargas, los riesgos y los beneficios que se esperan obtener de todas las opciones, incluyendo el abandono del tratamiento” (Sección 2.1.1 (b) iii).9 El protocolo del aborto químico no cumple con este crucial imperativo por dos razones: A) No proporciona datos precisos y actualizados acerca de los riesgos adversos y B) No informa a las pacientes de la existencia de importantes opciones y alternativas al aborto químico.

 

1A. No proporciona datos precisos y actualizados sobre los efectos adversos: Para que un consentimiento informado sea válido es necesario que a las pacientes se les den a conocer datos imparciales acerca de los riesgos potenciales y de los efectos adversos de los tratamientos bajo consideración.8,9 Sin embargo, los estimados acerca de los efectos adversos provenientes de estudios realizados en EEUU en general han sido mucho más bajos que los de estudios internacionales. Ello ha suscitado preocupaciones acerca de su validez e imparcialidad. Las tasas de complicaciones que son citadas con frecuencia en EEUU respecto del aborto químico se encuentran en el rango del 0.18% al 0.32%,[10],[11] y se basan principalmente en ensayos clínicos limitados y desactualizados.

 

En contraste con ello, un reciente estudio europeo que contó con una rigurosa supervisión médica reportó una tasa general de complicaciones del 20.0%, que incluyó un 15.6% de sangrado significativo y un 6.7% que requirió intervención quirúrgica debido a abortos incompletos.[12] Más recientemente, un estudio realizado a gran escala en EEUU, que utilizó una base de datos de reclamos de seguros de todos los pagadores con cobertura de 865,727 abortos por mifepristona entre 2017 y 2023, arrojó que el 10.93% de las mujeres sufrieron graves eventos adversos, como sepsis, infecciones, hemorragias o abortos incompletos dentro de un período de 45 días.[13] Esta tasa del mundo real es por lo menos 22 veces más elevada que la de “menos del 0.5%” que la FDA cita con frecuencia en sus etiquetas y que también citan los fabricantes de fármacos.11 Estas discrepancias no han sido reconocidas ni tampoco abordadas.

 

El minimizar los efectos adversos del aborto químico se ha vuelto más problemático desde que la FDA retiró las medidas de seguridad de sentido común, especialmente la exigencia de que las citas médicas fuesen en persona y el requisito de que la práctica de este método abortivo tuviese lugar solo hasta los 49 días de gestación para, en lugar de ello, extender ese período de tiempo hasta los 70 días.[14]

 

Estas circunstancias combinadas hicieron que las mujeres tuvieran un riesgo aún mayor para su salud. Por ejemplo, la decisión de la FDA de aumentar la práctica del aborto químico de los 49 días hasta los 70 ha resultado en un aumento del 62.5% del desarrollo del feto y la placenta, lo cual aumenta aún más los riesgos y la gravedad de los efectos adversos del aborto químico para las mujeres, los cuales es probable que no estén reflejados en los datos previos. Este problema se vuelve más preocupante aún debido a que los abortos químicos han aumentado aproximadamente en un 137% desde 2016, cuando la FDA suspendió su mandato de reportar los riesgos adversos.[15]

 

Recomendaciones:

 

  • Requerir que los que recetan estos fármacos y los proveedores de las salas de emergencias reporten todos los efectos adversos (no solamente las muertes) a los Centros para el Control de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
  • Proporcionar información imparcial y actualizada de los efectos adversos a las mujeres que están considerando someterse a un aborto químico.
  • Analizar los datos conflictivos de los efectos adversos, para determinar el origen de las discrepancias.

 

1B. No da a conocer las opciones, incluyendo el anular o revertir el efecto abortivo del aborto químico. Es una obligación de carácter ético el informar a las pacientes acerca de las opciones y alternativas a los tratamientos médicos, como ha sido estipulado por el Código de Ética de la AMA:

 

  • “Para fomentar la confianza es crucial que haya transparencia en relación con todas las opciones de tratamiento que son médicamente apropiadas…”
  • “Los médicos deben constatar la capacidad [de las pacientes] de comprender la información médica relevante y las implicaciones de tratamientos alternos…”
  • “El médico debe incluir información acerca de… los beneficios que se esperan de todas las opciones, incluyendo el renunciar al tratamiento.”9 (Lo subrayado es nuestro.)

 

A pesar de estas contundentes recomendaciones, la información acerca de las opciones de tratamiento en relación con el aborto químico, como el continuar con el embarazo, la adopción y la posibilidad de revertir el aborto químico una vez comenzado, a menudo es subestimada o excluida. De hecho, a veces se aconseja a las pacientes que el detener el proceso del aborto luego de tomar solamente la mifepristona podría causar defectos congénitos.[16]

 

Para tomar una decisión verdaderamente informada y autónoma, las mujeres que desean abortar químicamente deben ser informadas de todas sus opciones y alternativas, incluyendo el continuar con su embarazo y la adopción. Se les debe proporcionar información acerca de los servicios comunitarios, así como la opción de ver a su embrión o feto por medio de una ecografía, ya que ha sido demostrado que el proporcionar información de crucial importancia tiene un impacto sobre su decisión de abortar.[17]

 

Además, se debe proporcionar información acerca de cómo revertir el proceso del aborto, una vez comenzado. Las mujeres pueden y de hecho desisten de continuar con el aborto químico luego de haber tomado la primera píldora. Por estas razones, a las mujeres se les debe informar acerca del protocolo para Revertir la Píldora del Aborto (APR, por sus siglas en inglés) u otros protocolos similares que suministran dosis elevadas de progesterona natural para restaurar las hormonas que sostienen el embarazo y así contrarrestar los efectos de la mifepristona que bloquean la progesterona – el primero de los dos fármacos del procedimiento del aborto químico.[18]

El Colegio de Obstetras y Ginecólogos de EEUU (ACOG, por sus siglas en inglés), sin embargo, se opone al APR como una opción viable diciendo que “No hay evidencia de que el tratamiento con progesterona después de tomar la mifepristona aumente la probabilidad de que el embarazo continúe.”[19] Más aún, sugiere que los casos de mujeres que eligen revertir el aborto son “muy infrecuentes” y que a esas pacientes “…se les debería supervisar con expectación.”13

 

Pero el ACOG se equivoca en ambas afirmaciones. La eficacia del protocolo basado en la progesterona, como el APR, se funda en el hecho de que la progesterona natural se usa de manera habitual en los casos de pérdidas recurrentes debidas a defectos en la fase lútea.[20] Además, la investigación ha demostrado que el APR tiene una tasa de éxito del 66% en cuanto a lograr la continuación del embarazo,[21] en comparación con un 25% de continuación cuando no se suministra la progesterona.[22] La eficacia del APR también está corroborada por más de 6,000 nacimientos (hasta noviembre de 2024) que han tenido lugar en mujeres que desistieron de abortar luego de haber iniciado el procedimiento del aborto químico y se sometieron al protocolo de la progesterona.[23]

 

Recomendaciones:

 

  • Requerir que el consentimiento informado incluya alternativas no abortivas que incluyan la continuación del embarazo y la adopción.
  • Requerir el dar a conocer las opciones que se basan en el suministro de progesterona, en caso de que la paciente desista de abortar.
  • Requerir una ecografía de la pelvis para descartar la posibilidad de que haya un embarazo ectópico y así permitir a la paciente, si así lo desea, ver a su embrión o feto.

 

  1. Potencial de coerción y maltrato en relación con el uso del aborto químico. La falta de una supervisión en persona por parte de un médico cuando se utiliza solamente la telemedicina para los abortos químicos crea las condiciones para la coerción, particularmente por parte de compañeros sexuales abusivos, ciertos familiares o traficantes sexuales. Sin la presencia personal del médico, los abusadores pueden con más facilidad obtener las píldoras abortivas para que la mujer las tome sin su consentimiento o bajo presión para terminar su embarazo. En los casos de abuso doméstico, a menudo las mujeres tienen un control limitado en cuanto a tomar decisiones acerca de la atención a su salud y la telemedicina permite a los depredadores aprovecharse del sistema al mismo tiempo que esconden sus fechorías. Los proveedores de la atención a la salud tienen la obligación moral de proteger la autonomía de las pacientes, sin embargo, los abortos por telemedicina impiden la presencia de protecciones esenciales que podrían evitar que las mujeres vulnerables sean obligadas o coaccionadas a someterse a este procedimiento abortivo.

 

Recomendación:

 

Requerir que las consultas a los médicos sean realizadas en persona antes de iniciar el protocolo del aborto químico.

Continuará.

Notas:

[1] Catholic Medical Association, Mission and Vision. https://www.cathmed.org/mission-vision/. Consultado el 10 de mayo de 2025.

[2] Catecismo de la Iglesia Católica, nos. 2270-75. Catecismo de la Iglesia Católica, Tercera parte, Segunda sección, capítulo segundo, artículo 5, 2258-2330.

[3] Guttmacher Institute. (23 de abril de 2025). Medication Abortion | Guttmacher Institute: El aborto medico constituyó el 63% de todos los abortos en todo EEUU en 2023 – un aumento del 53% desde 2020. Consultado el 8 de mayo de 2025

[4] Nota: La ultrasonografía se utiliza para determinar la edad de la gestación y para determinar si hay un embarazo ectópico, lo cual es una contraindicación para la práctica del aborto químico.

[5] Gottlieb S. (2000, October 7). Abortion pill is approved for sale in United States. BMJ. 321:7265, 854. DOI:10.1136/bmj.321.7265.854/e.

[6] U.S. Food and Drug Administration. (2025, January 17. Information about Mifepristone for Medical Termination of Pregnancy Through Ten Weeks Gestation | FDA. Consultado el 30 de abril de 2025.

[7] Beauchamp TL, and Childress, JF. (2013). Principles of Biomedical Ethics, 7th Ed., Chapter 1. Moral Norms, Oxford University Press, New York.

[8] Beauchamp TL and Childress, JF (2013). Chapter 4. Informed Consent, Oxford University Press, New York.

[9] American Medical Association. (2024). Opinion 2.1.1 – Informed Consent. AMA Code of Medical Ethics. Consultado el 17 de abril de 2025.

[10] Grossman D, and Grindlay K. (2017). Safety of medical abortion provided through telemedicine compared with in person. Obstet and Gynecol. 130(4): 778-782.

[11] Mifeprex FDA-Approved Label, Table 2. Consultado el 30 de abril de 2025.

[12] Niinimaki M, Pouta A, Bloigu A, et al. (2009). Immediate complications after medical compared with surgical termination of pregnancy. Obstet Gynecol. 114(4):795-804.

[13] Hall, JB and Anderson, RT. (2025, April 28). The Abortion Pill Harms Women: Insurance data reveals one in ten patients experiences a serious adverse event. Ethics and Public Policy Center. Consultado el 29 de abril de 2025.

[14] U.S. Food and Drug Administration. (2025, February 11). Questions and answers on mifepristone for medical termination of pregnancy through ten weeks gestation. Consultado el 25 de abril de 2025.

[15] Note: Estimate based upon 270,971 chemical abortions in 2016 and 642,700 in 2023, derived from the Guttmacher Institute’s March 2024 News Release Medication Abortions Accounted for 63% of All US Abortions in 2023, an Increase from 53% in 2020 | Guttmacher Institute. Consultado el 25 de abril de 2025.

[16] Starkman E. (2024, May 27). Medical abortion (abortion pill): What to know. Consultado el 5 de mayo de 2025.

[17] Fletcher JC, Evans MI. (1983). Maternal bonding in early fetal ultrasound examinations. NEJM 308(7), 392-393.

[18] American Pregnancy Association. Abortion Pill Reversal, consultado el 26 de abril de 2025.

[19] American College of Obstetricians and Gynecologists. (2020, reaffirmed 2023). Medication Abortion Up to 70 Days of Gestation | ACOG. ACOG Practice Bulletin No. 225. Am J Obstet Gynecol 136:e31–47.

[20] Coomarasamy A, Harb HM, Devall AJ, et al. (2020). Progesterone to prevent miscarriage in women with early pregnancy bleeding: the PRISM RCT. Health Technol Assess. 2020 Jun;24(33):1-70. DOI: 10.3310/hta24330. PMID: 32609084.

[21] Delgado G, Harrison, MP and Khauv, V. (2017). Embryo survival after mifepristone: A systematic review of the literature. Issues Law Med. Spring 32, no. 1; 3–18. PMID:29108160.

[22] Delgado G, Harrison, MP and Khauv, V. (2017). Embryo survival after mifepristone: A systematic review of the literature. Issues Law Med. Spring 32, no. 1; 3–18. PMID:29108160.

[23] Heartbeat International. (2024, November 20). Abortion Pill Reversal has Saved 6,000 Lives Despite Big Abortion’s Attempts to Discredit Science Behind it. Consultado el 17 de mayo de 2025.