Susan Yoshihara, Ph.D

NUEVA YORK, 16 de octubre de 2015 (C-Fam) El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución esta semana que los activistas usarán para apuntar a las leyes que protegen del aborto a los niños por nacer y para revocar leyes estadounidenses que prohíben el financiamiento de dicha práctica en el extranjero.

La resolución fue aprobada al inicio de una serie maratónica de discursos que se extendió por dos días, en la que el Consejo de Seguridad y estados miembros de la ONU conmemoraron el decimoquinto aniversario del programa sobre Mujeres, Paz y Seguridad. El objetivo de dicho plan, y de su resolución inicial (UNSCR 1325, por sus siglas en inglés) es identificar modos en los que la guerra afecta a las mujeres de forma desproporcionada e involucrar a más de ellas en la prevención de conflictos, en la construcción y el mantenimiento de la paz.

Desde hace años, los activistas proaborto buscan incluir su agenda en las resoluciones consecutivas, yendo en pos del imprimatur del Consejo, del cambio de políticas y del considerable financiamiento que sigue a las iniciativas del Consejo de Seguridad. Pese al respaldo del Reino Unido y de Francia, que son miembros del grupo permanente de cinco naciones en el Consejo, el esfuerzo, hasta ahora, fracasó. En 2013, Francia fue amonestada cuando intentó introducir una referencia al aborto en la resolución de aquel año.

Este año, los militantes usaron una estrategia diferente e insertaron en la resolución referencias a tres documentos que hicieron demandas por ellos: un informe del Secretario General de la ONU, un estudio realizado por ONU Mujeres y una recomendación general efectuada por el comité que supervisa la Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés).

Estos empleados de la ONU sostienen [disparatadamente] que el embarazo es una “herida” de guerra que precisa del aborto para ser “curada”, y, por ende, se inscribe dentro del requisito de la Convención de Ginebra de brindar asistencia médica no discriminatoria a no combatientes, independientemente de las leyes nacionales. Afirman que las normas que protegen al niño por nacer constituyen un trato «cruel e inhumano» para la madre del niño y una violación de las leyes de derechos humanos.

La resolución menciona pero no ratifica estos documentos, y no está claro si las naciones eran conscientes de sus contenidos polémicos. Varios, como Estados Unidos, mencionaron el análisis del estudio sobre la participación de la mujer en iniciativas de paz. Muchos felicitaron a los autores del informe y prometieron tener en cuenta su contenido. Solo la Santa Sede habló en forma directa del aborto, diciendo que se oponía firmemente a la insinuación de que es un medio de recuperación y rehabilitación.

Egipto aludió al problema de politizar el derecho humanitario así como a la «negligencia con respecto a las prioridades de la soberanía nacional y el respeto por las leyes nacionales» y el «problema de estudios y datos extraoficiales» que no reflejan los objetivos relacionados con el programa de Mujeres, Paz y Seguridad.

La inclusión del aborto en el estudio por ONU Mujeres parece fortuita. Las notas a pie de página no concuerdan con el texto, se insertan afirmaciones sin referencia alguna y, en algunos lugares, los editores no encontraron referencias primarias, valiéndose, en su lugar, de fuentes secundarias.

La demanda principal está respaldada solo por documentos de una organización que defiende el aborto (Global Justice Center), por una recopilación de ensayos y por opiniones personales que aparecen en periódicos. La desconexión con el resto del estudio da la impresión de que fue aceptado sin el examen de autoridad legítima alguna.

Ni el estudio ni el informe del Secretario General brindan fundamento jurídico para las demandas, excepto referencias a los comentarios no vinculantes de órganos que supervisan tratados de las Naciones Unidas y otros empleados de la ONU. Aunque el comité que supervisa la CEDAW hace alusión a su propia autoridad al presentar sus afirmaciones, este carece de facultad para interpretar el tratado de formas que crean nuevas obligaciones para los estados.

Probablemente los activistas proaborto utilizarán la nueva resolución para insistir en sus argumentos contra las leyes estadounidenses que limitan el financiamiento de dicha práctica en el extranjero. El personal de ONU Mujeres sigue afirmando que la de 2013 respalda su demanda aun cuando el aborto fue rechazado explícitamente. Esta semana, personal del Parlamento Europeo presentó ante éste una resolución que sostiene lo mismo. La resolución será sometida a votación la semana próxima.

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano Fuente: https://c-fam.org/friday_fax/activistas-proaborto-depositan-esperanzas-en-resolucion-del-consejo-de-seguridad/.