La “educación” sexual hedonista surgió en EEUU y ha sido exportada a otros países. La historia de la “educación” sexual hedonista en EEUU y de la ideología que la sustenta es la historia del Consejo de Información y Educación Sexual de EEUU (SIECUS, por sus siglas en inglés) y de su ideología sexual, así como de su relación con Planned Parenthood, la organización más abortista de EEUU [1].

 

El origen de SIECUS se remonta al Dr. Alfred C. Kinsey. A Kinsey se le puede considerar el padre ideológico de la “educación” sexual hedonista. Kinsey fue un biólogo de la Universidad de Indiana (EEUU) del 40 al 60. Después fue coordinador de los nuevos cursos sobre el matrimonio de esa universidad. Así comenzó a recopilar documentación y acabó por cambiar los conceptos de lo que la sociedad consideraba “normal”, a pesar de que tenía un conocimiento mínimo de la sexualidad humana y de la psicología.

 

Kinsey consideraba que las relaciones sexuales entre animales eran un “modelo” para el comportamiento sexual humano, con la diferencia de que los animales actúan sin inhibiciones, sólo por instinto; mientras que la sociedad les impone ciertas normas a los seres humanos, las cuales, según él, “injustamente” prohibían e inhibían el comportamiento sexual “natural”.

 

El concepto de Kinsey más ampliamente utilizado es el de los “desahogos sexuales”. Según él, existen seis tipos: la masturbación, las emisiones nocturnas, las caricias heterosexuales, las relaciones heterosexuales, las relaciones homosexuales y las relaciones con los animales. Todos ellos son igualmente “aceptables” y “normales’’, aunque la bisexualidad es la más “balanceada” de todas las orientaciones, puesto que incluye tanto las actividades heterosexuales como las homosexuales. El concepto más preocupante de Kinsey es el justifica las relaciones sexuales entre adultos y niños (pedofilia) como algo “normal”. Kinsey opinaba que los niños están predispuestos a la actividad sexual desde que nacen. Las relaciones sexuales entre niños y adultos podrían y deberían ser una “experiencia sana” para los niños. Los resultados eran desfavorables sólo cuando la sociedad o los padres le han hecho creer al niño que este comportamiento era inmoral o incorrecto.

 

Las “investigaciones” de Kinsey constaron de dos experimentos principales: (1) entrevistó a cerca de 18.000 adultos de quienes obtuvo sus “historias sexuales” y (2) dirigió “experimentos” sexuales con varios cientos de niños de dos meses a casi 15 años de edad.

 

Sin embargo, con respecto al primer experimento, los entrevistados no representaban a la sociedad, porque un gran número de ellos fueron deliberadamente escogidos (algunos se brindaron), precisamente por ser depravados, es decir, homosexuales, pederastas y exhibicionistas. Alrededor del 25% de los entrevistados eran presidiarios, la mayoría de los cuales se inclinaban hacia actos sexuales depravados. De estos “estudios”, Kinsey concluyó fraudulentamente que los homosexuales constituyen el 10% de la población. Este falso dato ha influido mucho en la “educación” sexual inmoral que hoy en día se imparte en muchas escuelas públicas de EEUU y otros países, incluyendo América Latina.

 

Las “investigaciones” llevadas a cabo con varios cientos de niños consistieron en actos sexuales realizados por un grupo de nueve personas, algunas de ellas fueron “entrenadas”. El Informe Kinsey sobre los hombres (1948), afirma que los niños reaccionaron a las manipulaciones sexuales de diversas maneras: se retorcían, gritaban horriblemente, tenían violentas convulsiones, grandes temblores o experimentaban horribles dolores. No existe documentación alguna sobre quiénes eran los niños ni de dónde provinieron. Sin embargo, muchos medios de comunicación se “tragaron” acríticamente las fraudulentas e inmorales “investigaciones” de Kinsey hasta el día de hoy. Se trata de un caso muy claro de maltrato sexual infantil.

 

La Dra. Judith Reisman y el Dr. Edward W.  Eichel, autores del libro Kinsey, Sex and Fraud (“Kinsey, sexualidad y fraude”), declaran en esa obra: “El tema del fraude en la investigación de Kinsey es algo a lo cual hoy deben enfrentarse tanto los científicos como el público en general”. La Dra. Reisman le ha pedido al Congreso de EEUU que realice una investigación sobre los “estudios” de Kinsey, pero lamentablemente ésta no se ha producido todavía [2].

Kinsey murió en 1956. En 1964, Wardell Pomeroy, el principal colega de Kinsey, otros de sus colegas y otras personas de similar ideología fundaron SIECUS. Desde su inicio SIECUS y Planned Parenthood colaboraron estrechamente. De hecho, la primera directora ejecutiva de SIECUS fue la Dra. Mary S. Calderone, que fue directora del departamento médico de Planned Parenthood desde 1953 hasta 1964. [3].

 

Para 1970, SIECUS y Planned Parenthood habían convencido al gobierno de suministrar fondos para los programas de “educación” sexual en las escuelas públicas del país [4].

 

La Dra. Calderone promovió  la aceptación de una amplia gama de tipos de comportamiento sexual, en su Informe SIECUS de enero de 1980 [3]. En 1983, Calderone escribió: “La capacidad sexual del niño debe ser desarrollada del mismo modo que su capacidad innata para caminar o hablar” [3].

 

Por su parte, el Informe sobre salud mental y educación sexual (1979), de Planned Parenthood, afirmó: “Ni las creencias religiosas, ni las normas de moral deben desviar al niño del propósito primordial de descubrirse a sí mismo, afirmar su yo y buscar el placer” [3].

 

En cuanto a la pederastia o pedofilia y el homosexualismo, Pomeroy dijo lo siguiente: “El incesto también podría ser una experiencia satisfactoria, las relaciones incestuosas pueden ser buenas y a menudo lo son” [3].

 

Notas:

[1]. Véase: http://vidahumana.org/vida-humana-internacional/itemlist/category/97-paternidad-planificada%5Cplanned-parenthood-la-ippf-en-estados-unidos.

[2]. La información de esta pregunta es un resumen de la investigación realizada por VHI sobre Kinsey que se encuentran en: http://vidahumana.org/educacion-sexual/item/699-el-fraude-de-kinsey-y-sus-consecuencias-para-la-sociedad .

[3]. Robert Marshall y Charles Donovan, Blessed Are the Barren. The Social Policy of Planned Parenthood, San Francisco: Ignatius Press, 1991, pág. 66.

[4]. Véase: http://www.vidahumana.org/vidafam/edusex/kinsey.html.