Como ya hemos señalado [1], la FIVET conlleva la destrucción de incontables embriones humanos. La Naprotecnología, en cambio, respeta totalmente la vida humana [2].

 

La FIVET no cura nada, sino que produce varios embriones obviando las causas de la infertilidad y el propio acto conyugal. La Naprotecnología, en cambio, respeta el acto conyugal y va más allá logrando identificar las causas de la infertilidad y, en la mayoría de los casos, las corrige [2].

 

La FIVET tiene una tasa de éxito, en términos de nacimientos vivos, de sólo del 15 al 30% por ciclo. Ello significa que una mujer que use la FIVET probablemente tendrá que pasar por este procedimiento varias veces (varios ciclos). Teniendo en cuenta que cada ciclo de FIVET, en EEUU, cuesta unos $30,000, al final le podrá costar más de $120,000 el llevarse a casa un bebé vivo. La Naprotecnología, en cambio, por medio del uso de gráficas y de cirugía puede tener un éxito de hasta el 80%, siendo el costo del tratamiento, en general, menos de $10,000 [3].

 

Notas:

[1]. Véase el subtema anterior “Reproducción asistida y consecuencias”.

[2]. Alejandro Leal, PhD (genética), “La Naprotecnología, respuesta provida a la abortiva fecundación in vitro,” Dossier de VHI “Experimentación con embriones y reproducción artificial (II), 11 de septiembre de 2014, http://vidahumana.org/dossiers.

[3]. “NaProTECHNOLOGY® VS. IVF,” FertilityCareTM Services of Eastern NC, pág. 1,  http://www.fertilitycarenc.org/napro-technology-vs-ivf. Fuente consultada el 7 de mayo de 2015.

 

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