Hablando estrictamente desde el punto de vista científico, la pregunta “¿cuándo comienza la vida humana?”, no está bien formulada. La pregunta correcta es “¿cuándo comienza la vida del ser humano”? Ahora bien, para responder a esta segunda y auténtica pregunta, vamos a repasar algunos datos científicos acerca del comienzo de la vida de un nuevo ser humano.

 

Todo organismo vivo tiene una calidad específica y un número específico de cromosomas, que distingue a cada miembro de una especie de las demás especies [1]. Los cromosomas son estructuras parecidas a hilos, que se encuentran en cada núcleo de cada célula y que portan los genes. Los genes son las unidades básicas que, a su vez, contienen los rasgos hereditarios de ese organismo vivo [2]. En el caso de los seres humanos, cada célula somática, es decir, cada célula del cuerpo, contiene 46 cromosomas [1].

 

Sin embargo, también hay unas células humanas que solamente tienen 23 cromosomas. Esas células son los espermatozoides del hombre. Los espermatozoides son células germinales ya maduras [3]. Se les llama “germinales”, porque tienen la capacidad de hacer “germinar”, o dicho más correctamente, de engendrar a un nuevo ser humano, como explicaremos más abajo.

 

La mujer también tiene unas células germinales, que cuando ya han madurado se llaman ovocitos [3]. Los ovocitos, a diferencia de los espermatozoides, tienen 46 cromosomas [3]. Sin embargo, como veremos en breve, llega un momento en que el número de cromosomas del ovocito se reduce a la mitad, quedándose también en 23, al igual que los espermatozoides.

 

Las células germinales primitivas del hombre y de la mujer, respectivamente, pasan por un proceso de maduración que se llama gametogénesis. La gametogénesis es, pues, el proceso de “génesis”, es decir, de surgimiento, o más exactamente, de maduración de las células germinales primitivas del hombre y la mujer, respectivamente, y cuyo resultado es la formación de unas células germinales ya maduras [3], que se llaman gametos [4]. El gameto masculino se llama precisamente espermatozoide y el gameto femenino se llama ovocito.

 

Cuando el espermatozoide y el ovocito se unen, es decir, cuando se da lo que normalmente llamamos “concepción”, pero cuyo nombre más exacto es fertilización, ocurre algo muy radical desde la perspectiva biológica. En el acto conyugal, el esposo deposita en la esposa unos 300, millones de espermatozoides, pero sólo uno llega a las trompas de Falopio de la esposa [5]. Si en ese momento se encuentra con un ovocito, que ha sido previamente liberado por uno de los dos ovarios de la esposa [6], entonces el espermatozoide lo fecunda o fertiliza, para dar comienzo a la existencia de un nuevo ser humano, el cual, en esa primerísima etapa, está compuesto de una sola célula y se llama cigoto [3,7].

 

En ese mismo proceso de la fertilización es cuando el ovocito pierde 23 de sus cromosomas  y se queda con los otros 23, que al unirse a los 23 del espermatozoide completan los 46 característicos de la especie humana [1].

 

Vamos a precisar más aun lo que hemos dicho. Los gametos (el espermatozoide del padre y el ovocito de la madre) dejan de ser lo que eran, para unirse y dar comienzo a la existencia de un nuevo y único ser humano viviente, que tiene los 46 cromosomas que lo identifican como un miembro de la especie humana. Antes de la fertilización, cada uno de los gametos, el espermatozoide y el ovocito, eran simplemente células que poseían vida humana, es decir, eran células humanas vivas. Pero, a partir de ese singular evento de la fertilización, es decir, de la unión del espermatozoide y del ovocito en una de las dos trompas de Falopio de la madre [5], ya no tenemos simplemente una “vida humana”, sino un nuevo ser humano viviente, radicalmente distinto, desde el punto de vista biológico, del espermatozoide y del ovocito. Al respecto, los especialistas en embriología humana Moore y Persaud nos enseñan lo siguiente: “El cigoto es la célula que resulta de la unión de un ovocito y un espermatozoide. El cigoto es el comienzo de un nuevo ser humano (es decir, el embrión)” [7].

Por ello es que comenzamos la respuesta a la pregunta formulada arriba de “¿cuándo comienza la vida humana?” reformulando dicha pregunta en “¿cuándo comienza la vida del ser humano?” Y la respuesta a esta segunda y auténtica pregunta es que la vida del ser humano usualmente comienza en la concepción, o más exactamente aún, en la fertilización, es decir, en la unión del espermatozoide y del ovocito.

 

 

La razón por la cual decimos que la vida del ser humano usualmente comienza en la fertilización, es porque, aunque en la inmensa mayoría de los casos es ahí donde comienza la vida del ser humano, hay casos excepcionales, como la gemelación (cuando surgen los gemelos), donde la vida del ser humano comienza de otra manera. Pero el asunto fundamental aquí es que la fertilización es definitivamente el momento en que comienza la vida de la mayoría de los seres humanos y que tanto éstos, como aquellos cuya vida comenzó de otra manera, portan los 46 cromosomas que los identifican como miembros de la especie humana.

 

Notas:

[1]. B. Lewin, Genes III (New York: John Wiley and Sons, 1983), pp. 9-13; A. Emery, Elements of Medical Genetics (New York: Churchill Livingstone, 1983), pp. 19, 93. Fuente citada en Dianne N. Irving, M.A., Ph.D., “When Do Human Beings (Normally) Begin? ‘Scientific’ Myths and Scientific Facts”,  International Journal of Sociology and Social Policy, febrero de 1999, 19:3/4:22-47, http://isacco.emeraldinsight.com/vl=8997774/cl=38/nw=1/rpsv/cgi-bin/linker?ini=emerald&reqidx=/cw/mcb/0144333x/v19n3/s4/p22 (se requiere subscripción, para poder tener acceso a este artículo en ese enlace). En este capítulo estamos siguiendo muy de cerca este artículo de la Dra. Irving y las fuentes que ella cita. La palabra “especie” designa una clase natural de ser vivos (véase Dr. Jerome Lejeune, ¿Qué es el embrión humano?, Lima: CEPROFARENA, 2001, p. 11. Esta pequeña obra es un extracto-resumen de Jerome Lejeune, ¿Qué es el embrión humano?, Madrid: Ediciones Rialp, 1993. La Dra. Irving es especialista en bioquímica y en filosofía. En relación con los 46 cromosomas, característicos de la especie humana, es cierto que algunos seres humanos, como los niños que tienen el Síndrome de Down, tienen un cromosoma de más. Sin embargo, los otros 46 son perfectamente normales y característicos de la especie humana. De hecho, el cromosoma adicional, que es el causante de los problemas en el desarrollo del cerebro, es también normal, es decir, perteneciente a la especie humana, sólo que está repetido. Por consiguiente, los niños que sufren de estos y otros defectos cromosomáticos son también claramente seres humanos. Cf. Dr. Jerome Lejeune, especialista en genética, The Concentration Can. When Does Life Begin? An Eminent Geneticist Testifies, San Francisco: Ignatius Press, 1992, p. 157. Cf. también Onyria Herrera McElroy, PhD, Lola L. Grabb, MA, Spanish-English, Englis-Spanish Medical Dictionary – Diccionario Médico Español-Inglés, Inglés-Español. Boston/Toronto/Londres: Little, Brown and Company, 1992, p. 309 y Taber’s Cyclopedic Medical Dictionary, F.A. Davis Company, M. Katherine Rice, Filadelfia, 16va edición, 1989, págs. 23 y 88.

[2]. Cf. Dictionary of Medical Terms for the Nonmedical Person, 2nda edición, 1989, citado en Lejeune, p. 157. Cf. también Onyria Herrera McElroy, PhD, Lola L. Grabb, MA, Spanish-English, Englis-Spanish Medical Dictionary – Diccionario Médico Español-Inglés, Inglés-

Español. Boston/Toronto/Londres: Little, Brown and Company, 1992, p. 309 y Taber’s

Cyclopedic Medical Dictionary, F.A. Davis Company, M. Katherine Rice, Filadelfia, 16va edición, 1989, p. 726.

[3]. William J. Larsen, Human Embryology (New York: Churchill Livingstone, 1997), pp. 4, 8, 11. Fuente citada en Irving. El especialista en embriología humana y mundialmente conocido en ese campo, Ronan O’Rahilly, desecha los términos “óvulo” y “huevo” como incorrectos, para referirse a la célula germinal femenina ya madura, cuyo término científico correcto es el de ovocito. O’Rahilly forma parte de la directiva internacional Norma Embryologica, el organismo de especialistas en embriología humana que determina los términos correctos a ser usados en los textos internacionales de esta ciencia. Cf. Ronan O’Rahilly y Fabiola Müller, Human Embryology & Teratology (New York: Wiley-Liss, 1994), p. 16. Cf. también Larsen, págs. 3-11; Keith L. Moore y T.V.N. Persaud, The Developing Human (Philadelphia: W.B. Saunders Company, 1998), págs. 18-34; Bruce M. Carlson, Human Embriology and Developmental Biology (St. Louis, MO: Mosby, 1994), págs. 3-21. Fuentes citadas en Irving.

[4]. Herrera McElroy-Grabb, p. 308.

[5]. Dra. Concepción Morales, “¿Cuándo comienza la vida?”, Desarrollo, http://www.vidahumana.org/vidafam/aborto/cuando-comienza.html, información bajada el 10 de enero del 2007. La vida total del ovocito, desde que es liberado por el ovario, es de 48 horas. Véase la nota siguiente y la fuente de la nota 13.

[6]. El ovario es el órgano reproductor femenino, donde se producen los ovocitos, cf. Herrera McElroy-Grabb, p. 128.

[7]. Moore y Persaud, p. 2. Fuente citada en Irving.

 

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