Deborah Piroch

Directora de Relaciones Públicas

Human Life International

dpiroch@hli.org

 

3 de junio de 2018

 

Human Life International (HLI) y la Coalición de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) emitieron la siguiente declaración ante la 48 Asamblea General 2018 de la Organización de Estados Americanos (OEA).

 

Washington, DC, EEUU – 3 de junio de 2018 (Front Royal, VA). La Coalición para el Desarrollo Humano, que cuenta con representantes de 4 sub-regiones de Las Américas, entiende por desarrollo humano el conjunto de condiciones humanas, internas y externas, de cada una de las etapas de la vida del ser humano que le permiten su plena realización personal. El desarrollo, por lo tanto, no se refiere solamente a la infraestructura material y a los servicios, sino también a los derechos humanos fundamentales. Estos derechos se fundan en la dignidad de toda persona humana y es la razón de todos los esfuerzos en pro del desarrollo.

 

Al respecto, debemos afirmar desde el principio que en dichos documentos de trabajo notamos una ausencia del pleno reconocimiento del derecho fundamental a la vida, así como de la integridad biológica del ser humano como hombre y mujer.

 

Por lo tanto, sometemos la siguiente propuesta y los siguientes temas para sus comentarios acerca de los documentos que serán objeto de diálogo en esta 48 Asamblea General 2018.

 

  1. El avance de iniciativas hemisféricas respecto del desarrollo integral.
  2. La promoción y la protección de los derechos humanos.
  3. El fortalecimiento de la democracia.
  4. El avance de la seguridad hemisférica: Una aproximación multidimensional.
  5. La migración en Las Américas.
  6. Un plan de acción para los derechos de los pueblos indígenas.
  7. El derecho humano a la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

 

Una comprensión adecuada del desarrollo humano debe tener en cuenta todas las etapas de su desarrollo biológico. Es necesario señalar que hoy día poseemos una mejor comprensión de carácter científico, al cual corresponde una debida protección jurídica, acerca del desarrollo del ser humano, particularmente en las etapas iniciales de su gestación en el seno materno.

Sin embargo, ninguna de las resoluciones de esta Asamblea contemplan, con el debido detenimiento, estas primeras etapas biológicas y psicosomáticas, ni tampoco toman en cuenta sus correspondientes implicaciones jurídicas. Dichas etapas demuestran que el ser que se desarrolla es incontrovertiblemente un ser humano y que su desarrollo se caracteriza por ser un proceso ininterrumpido y continuo. Todos los aportes actuales de la genética, la embriología y la biología molecular demuestran fehacientemente que el comienzo vital de ese ser miembro de la especie humana debe ser indiscutiblemente ubicado en la etapa de la fertilización del óvulo por el espermatozoide.

 

El respeto debido a la integridad de la persona humana incluye el respeto que también se debe a su realidad biológica sexuada como hombre y mujer desde el primer momento de su existencia. La ciencia da testimonio de esta verdad. Intentar pasarlo por alto o echarlo a un lado constituye un acto desleal que se comete en contra de la persona y la sociedad. La justicia solo se puede lograr actuando dentro del ámbito de la razón y de la ciencia. Es imposible lograr vencer la discriminación real que se comete contra tantas personas, si se actúa en base a la propaganda o a la ideología de “género”.

 

Cuando enfrentamos estas dos problemáticas en los documentos que son objeto de diálogo en esta Asamblea, proponemos el reconocimiento de la plena dignidad inherente e inalienable de todo ser humano desde su concepción hasta su muerte natural. La simple y objetiva realidad acerca del ser humano debe ser suficiente para garantizar el respeto debido a la integridad de su desarrollo biológico en toda su continuidad.

 

Esta propuesta puede servir de fundamento para el fomento del desarrollo humano en Las Américas. Proponer lo contrario sería oponerse al derecho fundamental a la vida y al respeto debido a su integridad. Esa falta de respeto tendría las más graves consecuencias, incluyendo la auto-destrucción de la persona humana y de la sociedad.

 

Concluyendo, la protección de la vida y de la realidad del ser humano como hombre y mujer posibilitan la identificación de las necesidades y oportunidades futuras que son posibles a la persona humana. Todas las etapas biológicas de la vida del ser humano hacen visible la senda a seguir para la realización de estos esfuerzos. Es evidente que la verdad acerca de la persona humana debe ser tenida en cuenta en todas las resoluciones que tienen que ver con las políticas públicas, para de esa manera lograr la meta del desarrollo humano de la persona y la sociedad.

 

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