A continuación reproducimos en español la declaración que emitió el Padre Shenan J. Boquet, Presidente de HLI, el 29 de septiembre de 2015, el mismo día en que la Academia de Pediatría de EEUU (AAP, por sus siglas en inglés), publicó un anuncio por medio del cual recomendó que las niñas de 18 años para abajo usaran anticonceptivos de larga duración, como los dispositivos intrauterinos y los implantes.

Con el anuncio de hoy de que la AAP ha aprobado para menores de edad el uso de peligrosos fármacos hormonales que fomentan una conducta sexual arriesgada, contemplamos la más reciente evidencia de cómo una ideología sexual extremista ha infectado la que antes era una prestigiosa entidad de la medicina en esta nación. Esta academia les acaba de decir a las hijas jóvenes de EEUU que el involucrarse en conductas sexuales arriesgadas no constituye un problema de falta de seguridad y que pueden usar fármacos  que de ninguna manera mejoran su salud, sino que de hecho las ponen en riesgo de sufrir una miríada de graves efectos secundarios [1].

¿De qué otra manera se puede explicar una declaración tan atolondrada por parte de la AAP, que contiene solamente un reconocimiento superficial del comportamiento más seguro y ético para los adolescentes, que es la abstinencia sexual? Ninguno de los médicos de esta academia puede mirarlo a usted a los ojos y decirle que una jovencita que se involucre en una actividad sexual arriesgada, mientras usa estos fármacos hormonales, va a obtener mejores resultados que otra joven que se abstiene de la actividad sexual y evita estos fármacos.  Ni uno. Sin embargo, los que dirigen esta organización están recomendando que las jovencitas y sus padres escojan el camino más peligroso y destructivo; y ello viene nada menos que de las “autoridades” que tienen la obligación de proteger la salud y el bienestar de los menores de edad.

Y ello no es todo. La autora del artículo reimpreso y muy difundido del sitio web de noticias acerca de la salud y la medicina, www.healthday.com, que dio a conocer las recomendaciones de la AAP, utiliza solamente fuentes de Planned Parenthood, sin mencionar los intereses económicos que esta organización abortista tiene en este asunto [2]. Planned Parenthood quiere que los legisladores fortalezcan el mandato anticonceptivo de la ley de “salud” de Obama y obligar a que estos peligrosos métodos anticonceptivos reversibles de larga duración sean dispensados gratuitamente. En el artículo, la autora trata a Planned Parenthood como si fuese una autoridad desinteresada, y presenta a dos médicos vinculados a Planned Parenthood como si fuesen voceros revestidos de objetividad y autoridad. Uno esos médicos es el director de medicina de Planned Parenthood del Estado de Missouri, aunque no es identificado como tal. El otro médico es un representante del Instituto Alan Guttmacher, que fue fundado por Planned Parenthood y continúa apoyando su agenda por medio de investigaciones sesgadas. Al mismo tiempo, la autora del artículo desestima de manera ridícula las serias reservas acerca de la seguridad de estos métodos que tienen los cerca de 10,000 pediatras de EEUU.

En realidad, se trata de un comunicado de prensa de Planned Parenthood. Se trata solamente del dinero y, concretamente, se trata de la que antes era una prestigiosa academia de la medicina sirviendo de anunciante para los mercaderes de la industria de los anticonceptivos, para Planned Parenthood y para todos los que lucran cuando las jovencitas se entregan a las relaciones sexuales antes de que estén listas para el matrimonio.

La promoción de esta conducta insalubre para menores de edad no es simplemente una imprudencia, es un acto de maldad. Los padres de familia tienen que despertar y ahora mismo. Esta ideología está corrompiendo nuestras escuelas y cada una de las instituciones que antes defendía a los menores. Los padres deben exigir, en los términos más contundentes que les sea posible, que esta propaganda no influya en las leyes, ni a nivel local ni nacional, so pena de que sus hijas jóvenes sean tratadas como animales en quienes no se puede confiar la toma de decisiones correctas acerca de su sexualidad y su salud. Hagan lo que deben hacer para proteger la inocencia y la pureza de sus hijas, y no se dejen intimidar por los que lucran con la destrucción de la salud de las jóvenes.

Finalmente, imploro a mis hermanos sacerdotes y a nuestros fieles pastores que prediquen acerca de los males de la anticoncepción, especialmente cuando algunas autoridades de la medicina presentan estos peligrosos fármacos como si fuesen esenciales para la salud de las jovencitas. Nada podría estar más lejos de la verdad, ya sea que hablemos acerca de su salud física o espiritual. Como pastores, tenemos la obligación de decir la verdad con amor.

Notas:

[1]. Véase: “Efectos negativos de la píldora anticonceptiva”, Temas para el Diálogo Provida, Vida Humana Internacional, 2009. Totalmente documentado. Disponible gratuitamente en las oficinas de VHI: 305-260-0525; vhi@vidahumana.org. Véase también: “American Academy of Pediatrics Favors Drugs and Risky Behavior Over Abstinence,” 3 de octubre de 2014. http://www.hli.org/2014/10/american-academy-pediatrics-favors-drugs-risky-behavior-abstinence/.

[2]. Véase: Amy Norton, “IUDs, Implants Endorsed for Teen Birth Control,” WeMD News from HealthDay, 29 de septiembre de 2014, http://teens.webmd.com/girls/news/20140929/pediatricians-endorse-iuds-implants-for-teen-birth-control.

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