La decisión de vender anticonceptivos “de emergencia” sin receta pone en peligro la salud de las mujeres y la vida de los niños por nacer.

FRONT ROYAL, Virginia – El presidente de HLI, el Padre Shenan J. Boquet, calificó la decisión del Departamento de Justicia del gobierno de Barack Obama de suspender su apelación a una orden jurídica que permite que el Plan B (la píldora “del día siguiente”) se pueda vender a jovencitas sin receta y sin límite de edad de ser un peligro y una amenaza para las jovencitas y los niños por nacer.

“La agenda del gobierno de Obama de aborto y anticoncepción ilimitados no les dará más poder a las mujeres ni tampoco mejorará su salud de ninguna manera”, dijo el Padre Boquet. Y añadió: “Al permitir que las jovencitas compren potentes fármacos, como el Plan B, sin ni siquiera notificar a sus padres ni consultar a un médico, este gobierno demuestra un total descuido hacia la salud de las mujeres jóvenes, quienes también pueden terminar matando sin saberlo a sus propios hijos”.

El presidente de HLI continuó diciendo: “La agencia del gobierno que se encarga de regular la comercialización de fármacos y alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) dice que el Plan B One-Step no va a ponerle fin a un embarazo que ya ha comenzado. Pero esta declaración es engañosa y desestima completamente los estudios recientes de largo alcance que muestran que los anticonceptivos compuestos de solamente Levornogestrel, como el Plan B, la mayor parte de las veces no impiden la ovulación y pueden causar la muerte de un pequeño ser humano ya concebido al impedir su implantación en el útero de su madre. En otras palabras, lo más probable es que el Plan B no sea para nada un anticonceptivo, sino una píldora abortiva. De manera que aunque el número verdadero de abortos va a aumentar, estas muertes nunca serán registradas en las ‘cifras oficiales’, y será como si estas vidas inocentes que Dios ha creado nunca existieron”.

El Padre Boquet también dijo: “El permitir que las jovencitas tengan un acceso irrestricto a estos fármacos podría causarles problemas de salud a largo plazo cuando sean adultas. También envía un peligroso y falso mensaje de que hay una manera ‘segura’ de evitar las consecuencias naturales de un comportamiento sexual arriesgado. Este mensaje comporta el riesgo de hacer que las mujeres se conviertan a sí mismas en objetos de placer para que los hombres las usen, en vez de verse a sí mismas como personas dignas de amor y poseedoras de un valor intrínseco e inconmensurable. Ello es una mentira y denigra y pone en peligro a las jóvenes, quienes serán más propensas a arriesgarse con la falsa creencia de que existe un ‘Plan B’ que es seguro”.

El sacerdote, presidente de la organización provida más grande del mundo, terminó diciendo: “El colocar a la libre disponibilidad de todos estos ‘anticonceptivos de emergencia’ como si fuesen aspirinas, constituye una forma muy conveniente de esconder el abuso sexual de las jovencitas y establece el potencial para que aumenten aún más las ya elevadísimas tasas de infecciones de transmisión sexual. El asalto contra las mujeres jóvenes por parte de aquellos que promueven una anticultura del aborto y la anticoncepción en EEUU y en el mundo sólo beneficia los bolsillos de los intereses especiales, al mismo tiempo que la moral de la sociedad decae más todavía, se pierden vidas humanas y la salud de las mujeres sufre considerablemente”.

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