El sonado caso del abortero Gosnell, de la “casa de los horrores” en Filadelfia, nos es el único en EEUU. Pero el mismo ha servido para destapar lo que ya se sabía, pero que la prensa secular, que en su mayoría simpatiza con el aborto, había encubierto hasta ahora, a saber, una lista interminable de horrores en torno a la práctica del aborto legal en ese país.

La organización provida Susan B. Anthony List, ha recopilado una impresionante lista de casos horripilantes de negligencia médica, violaciones de salubridad, muerte de mujeres a quienes se les estaba practicando el aborto y muerte de bebés que habían sobrevivido este crimen. A continuación reproducimos en español, con la debida autorización, una lista parcial de estos casos. La lista original en inglés se encuentra en el sitio de esta organización: http://www.sba-list.org/negligence.

Invitamos a todos a utilizar estos datos para acabar de una vez por todas con el cruel mito del aborto legal y “seguro”, que se usa en América Latina y en otros lugares para lograr la legalización de este crimen.

2008
Estado de Michigan

Durante ese año se descubrió que las “clínicas” abortivas en el área de Detroit estaban eliminando desechos con riesgos biológicos y archivos de pacientes en recipientes para basura común [1]. Las “clínicas” WomanCare de Southfield en Lathrup Village, WomanCare en Sterling Heights y WomanCare de Downriver en Southgate, tenían, en la basura común, material quirúrgico ensangrentado y más de 200 archivos de pacientes. Los archivos incluían las fotocopias de las licencias de conducir de las pacientes, así como sus formularios del seguro de salud e informes de laboratorio. La basura de la “clínica” de Lathrup Village también tenía los restos de 18 bebitos abortados.

En el centro abortivo Woman’s Choice en Lansing, el Dr. Ronald Nichols estaba cometiendo un aborto cuando determinó que la edad gestacional de la criatura era de 20 semanas y decidió suspender el procedimiento, a pesar de que ya había quebrado las membranas del feto [2]. El Dr. Nichols aconsejó a la paciente, que estaba adolorida y sangrando, que condujera su auto una distancia de 80 millas (128 kilómetros) hasta su “clínica” abortiva, en Bloomfield Hills, para completar el procedimiento.  Cuando ella se negó, Nichols la obligó a firmar un documento exonerándolo de cualquier responsabilidad legal. La paciente condujo su auto hasta su casa y su familia la llevó al hospital donde el personal confirmó la ruptura de las membranas fetales. La criatura, de 20.5 semanas de gestación, murió dentro del útero al día siguiente. La oficina para asuntos relacionados con la práctica de la medicina determinó que Nichols había sido negligente e incompetente, le impuso una multa de $10,000 y le ordenó realizar 100 horas de servicio comunitario.

En la “clínica” de Womancare de Southfield, una paciente dijo que no había recibido anestesia local e intentó detener el procedimiento debido al extremo dolor que estaba sufriendo [3]. Se dice que a la paciente la mantuvieron acostada a la fuerza y que una asistente le tapó la boca con la mano.

2009

Estado de Michigan

En marzo, la oficina para asuntos relacionados con la medicina encontró que varios miembros del personal (incluyendo el abortero Alberto Hodari) habían sido negligentes en relación con la aterradora muerte de Regina Johnson en el 2003, por la cual fueron multados [4]. Siete meses más tarde, una inspección realizada por la oficina para los sistemas de salud encontró que el centro abortivo Womancare de Southfield estaba por debajo de los estándares. La “clínica” fue citada a comparecer por incumplimiento con los estándares del Estado para las instalaciones quirúrgicas, incluyendo la falta de oxígeno para las pacientes, la falta de un sistema para llamadas de emergencia y una sala de recuperación insuficiente.

Entre el 2007 y el 2009, la oficina mencionada citó a comparecer a tres centros abortivos que habían recibido licencias para funcionar como instalaciones quirúrgicas por cuenta propia (Birth Control Center Inc. de Sterling Heights, Feminine Health Care de Flint y Womancare de Southfield), por incumplimiento de las regulaciones del estado para los instalaciones quirúrgicas en relación con el suministro de medicamentos y su almacenamiento [5].

Durante la inspección del 2009 se determinó que las violaciones de la “clínica” de Womancare eran particularmente deplorables: Ningún médico había ordenado medicamentos para las pacientes que habían sido enviadas a casa, ni tampoco había ninguna firma de ningún médico que verificase las órdenes para otros medicamentos. Había armarios en el pasillo con medicamentos dentro y un refrigerador sin garantía con medicamentos dentro en áreas para las pacientes en las cuales las pacientes habían sido dejadas sin supervisión. Entre los medicamentos dentro del refrigerador había Ketamine, una sustancia controlada que a menudo se vende ilegalmente como una “droga de club” y se usa como droga para violar mujeres durante una cita. No había registros de los narcóticos o éstos eran insuficientes.

La oficina para los sistemas de salud llevó a cabo tres encuestas in situ de los centros abortivos ya mencionados entre el 2007 y el 2009. Los tres fueron citados a comparecer por incumplimiento de los requisitos del estado para instalaciones quirúrgicas en relación con la esterilización del equipo médico, el mantenimiento de un ambiente esterilizado y de un lavado de manos pre-operatorio esterilizado. En un caso alarmante en el Birth Control Center Inc., el abortista Richard Goldfine se frotó las manos con jabón en un vertedero que contenía equipo que no estaba esterilizado y que se usaba para vaciar en él y procesar desperdicios y restos fetales [6]. Una mujer de 20 años de edad, Caitlin Bruce, asegura que el Dr. Hodari de la “clínica” Feminine Health Care de Flint, le practicó un aborto a pesar de que ella le gritó que se detuviera [7]. La Sra. Bruce asegura que ella le dijo que se detuviera porque ya no quería tener el aborto [8]. Bruce afirma que un miembro del personal la mantuvo acostada a la fuerza mientras le tapaba la boca.

Un ginecólogo de Gran Rapids archivó una alegación contra el abortero Robert Alexander citando su grave negligencia al intentar cometerle un aborto a una mujer que tenía 26 semanas de embarazo [9]. El ginecólogo atendió a la paciente que ingresó al hospital todavía embarazada luego del aborto incompleto. La paciente le dijo que el consultorio del Dr. Alexander le había llamado muchas veces para ofrecerle un reembolso por el precio del aborto, más una cantidad adicional de $200.

Notas:

[1]. http://www.freep.com/apps/pbcs.dll/article?AID=/20080326/NEWS03/803260355/1005/NEWS.

[2]. In the Matter of Ronald A. Nichols, M.D., File No. 43-08-109430. Complaint,Paragraph 13.

[3]. Allegation filed with the Bureau of Health Professions, August 18, 2008, File No. 43-08-109481. Hospital records obtained by RLM.

[4]. http://www.prolifesociety.com/prolifesociety/archives/2008/Hodari/HodariAdministrativeComplaint.pdf.

[5]. http://abortiondocs.org/wp-content/uploads/2012/01/Health-Violations-Womancare-of-Southfield-10-20-09.pdf.

[6]. Michigan Department of Community Heath, Statement of Deficiencies, Birth Control Center, Inc., November 08, 2007, Pg. 3

[7]. http://abcnews.go.com/Health/MindMoodNews/michigan-woman-claims-doctor-forced-abortion-stop/story?id=10809114#.UZKDD8p_PgE.

[8]. http://www.youtube.com/watch?v=6B9MbkAnqZ0&feature=player_embedded.

[9]. Allegation filed by unknown OB/Gyn with the Bureau of Health Professions, June 12, 2009, File No. 43-112676.