Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International
19 de abril de 2018
Un dibujo animado muestra a un hombre vestido con solamente una larga gabardina. Se encuentra parado frente a dos niños que lo están mirando mientras abre su gabardina exponiéndose a los menores. En la parte trasera de su gabardina está escrito: “Programa de educación sexual escolar de Planned Parenthood”. “No hay problema,” dice el hombre, “recibo financiamiento del gobierno”. Como toda sátira, el chiste transmite un hecho demasiado trágico como para reírse.
Si un hombre detuviera a dos niños en la calle y les preguntara si ellos saben dónde comprar condones y lubricante, o cómo realizar una acto sodomítico u otra actividad sexual inmoral y les mostrara ilustraciones explícitas de esos actos, sería justamente arrestado y acusado de indecencia. Pero la triste ironía es que ese mismo hombre podría ser invitado por la escuela donde van tus hijos a presentarse en la clase para hacer y decir exactamente las mismas cosas, y el gobierno (es decir, tus impuestos) pagaría por ello. Las autoridades escolares le llamarían a esta infame porquería “educación” sexual “basada en los hechos”.
Tú objetarías que dichas autoridades hacen esto con la autorización de los padres, de manera que se trata de algo diferente a lo que ocurriría en la calle. Desafortunadamente, eso es verdad solamente parte de las veces. A menudo, esas autoridades lo hacen sin dicha autorización. Peor aún, se niegan a informar a los padres o a permitirles sacar a sus hijos de esas clases [1]. Lo cierto es que esas autoridades desean que los padres no se fijen mucho en lo que les están enseñando a sus hijos.
Recientemente escribí acerca del consejo que el mundialmente famoso psicólogo Jordan Peterson dio a los padres que están preocupados que a sus hijos les adoctrinen con este tipo de aberrante propaganda. “Saquen a sus hijos de esas clases”, dijo Peterson sin tapujos, “No están educando a sus hijos: los están adoctrinando y no hay absolutamente ningún pretexto para ello”.
Luego añadió: “Si ustedes no defienden a sus hijos y no hacen nada, especialmente cuando todo esto les afecta como familia, entonces todo lo que está ocurriendo continuará difundiéndose. Si ustedes quieren que les pasen por encima, entonces permitan todo eso. Pero si no, entonces paren de permitirlo.”
Eso es exactamente lo que está haciendo un valiente grupo de padres al organizar una acción internacional, que consiste en sacar a sus hijos de la escuela el próximo lunes 23 de abril en protesta por esas inmundas clases mal llamadas “educación” sexual. El grupo está urgiendo a padres de EEUU, Canadá y Australia que no envíen a sus hijos a la escuela ese día y que les informen a los directores de las escuelas el porqué. Ya hay más de 22,000 padres que han firmado la petición apoyando este esfuerzo [2], el cual está obteniendo un creciente interés y cobertura mediáticas [3].
Además, estos padres están organizando protestas en varias ciudades [4]. Los organizadores dicen que el propósito de este evento es enviar el mensaje de que ellos no van a aceptar material pornográfico en la “educación” sexual y que tampoco se van a quedar cruzados de brazos ni permitir que los activistas de izquierda establezcan su perversa agenda en la educación de sus hijos. Tampoco van a permitir que el dinero de sus impuestos continúe siendo usado para financiar este tipo de perversión sexual.
La “educación sexual integral” no es otra cosa que una sarta de obscenidades. A veces es transmitida de manera sutil, arropada con toda clase de fantasiosos y atrayentes eufemismos y presentada por “expertos” que visten elegantes trajes o vestidos. Pero sigue siendo una sarta de obscenidades y, a menudo, particularmente perniciosa. Desafortunadamente, muchos padres todavía no tienen ni la menor idea de lo horripilante que es el contenido de algunos de estos programas de la mal llamada “educación sexual integral”, que está siendo impartida obligatoriamente a sus hijos en las escuelas.
Tomemos, por el ejemplo, el plan de “estudios” engañosamente llamado “Welcoming Schools” (“Escuelas Acogedoras”, traducción libre) [5]. Este plan está siendo impulsado por la bien financiada, poderosa, antivida y eufemísticamente llamada “Human Rights Campaign’ (“Campaña para los Derechos Humanos”, traducción libre). El engaño comienza con el propio nombre del plan de “estudios”. El plan no es precisamente para “acoger” a los estudiantes, sino para destruirles los principios morales y los valores que protegen su inocencia e integridad moral, principios y valores que han recibido de sus padres. Esos principios y valores también intentan protegerlos de los lobos vestidos de corderitos que vienen a explotarlos emocional y sexualmente, a causar que se infecten con enfermedades de transmisión sexual, tengan embarazos inesperados y sufran la muerte espiritual.
Hay una sección de ese plan de “estudios” para niños de kindergarten a quinto grado, que describe cómo los “educadores” deben leer a sus estudiantes el libro “I Am Jazz” (“Yo soy Jazz”, traducción libre). El desatinado libro cuenta la historia acerca de una niña “transgénera” y proporciona una serie de actividades por medio de las cuales los maestros pueden “capacitar” a los niños para que se conviertan en “aliados” de los niños “transgéneros” y para que “amplíen su percepción y comprensión del género”.
Hay otra sección del plan que presenta a los niños una plétora de términos sexualizados y perversos. Se llama “LGBTQ Definitions for Children” (“Definiciones LGBTQ para Niños”, traducción libre). La sección muestra una foto de niños que parecen tener solamente 4 o 5 años de edad junto con definiciones de palabras, como “bisexual”, “genderqueer”, “género expansivo”, “lesbiana”, “queer” y “transgénero”.
¿Qué clase de mente tan perversa puede llegar a pensar que este tipo de información es lo que los niños de los primeros grados (o de cualquier otro grado) necesitan estar pensando o conversando con sus maestros o compañeritos de clase? La actividad más importante que los niños deben estar realizando en esta etapa tan importante de su formación es jugar y aprender. Los niños de los primeros grados deben estar leyendo o escuchando cuentos de hadas, aprendiendo las letras y los números, y jugando con sus amiguitos en el área de recreo.
En vez de ello, esta caterva de revolucionarios sexuales y pervertidores de niños les está ensuciando el cerebro, haciendo que tengan pensamientos que no están ni remotamente listos para lidiar. Además, se trata de pensamientos que pervierten el verdadero sentido de la sexualidad humana, pensamientos que ni siquiera los adultos deben aceptar en sus corazones. Si no me cree, lea, por ejemplo, Mateo 5:27-28. Estos lobos vestidos de ovejas también quieren que se les “enseñe” a los niños a cuestionar las estructuras más fundamentales y significativas del mundo que les rodea: el sexo masculino y femenino, y la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer. ¡Imaginemos cuánta confusión debe causar a un niño inocente de cinco o seis años el tener que preguntarse desconcertado si él está haciendo algo malo al llamar “niña” a una niña o “niño” a un niño!
El propio monstruo de Adolfo Hitler dijo una vez estas infames palabras: “Sólo el que sea dueño de la juventud, se apoderará del futuro”.
Como dijo uno de los organizadores de la protesta contra la mal llamada y perversa “educación sexual integral”: “Enviamos a nuestros hijos a la escuela para que aprendan lectura, escritura, matemáticas, ciencias e historia; no para que se cuestionen si de verdad son un niño o una niña”.
Luego tenemos el programa “Sé real” de la diabólica organización Planned Parenthood [6]. En ese programa, les dicen a los niños de los grados 6to a 8vo que el sentirse “confortable y listo” es el principal criterio para involucrarse en actividades sexuales, les presentan las relaciones sexuales sodomíticas, les describen el coito interrumpido como una forma de “abstinencia” sexual, les dicen que pueden obtener métodos anticonceptivos sin que sus padres lo sepan, mencionan las relaciones sexuales con múltiples compañeros y, por supuesto, los remiten al sitio web aún más explícito de Planned Parenthood, donde los niños pueden continuar ensuciándose el cerebro y el corazón aprendiendo toda clase de prácticas sexuales que existen bajo el sol, incluyendo cómo obtener un aborto sin que sus padres se enteren [7].
A veces el programa menciona a los padres, pero sólo de boca para fuera, porque esa tímida mención queda sepultada en cada paso del contenido con el cual adoctrinan a los niños. Más perturbador aún es el hecho de que en la sección de su sitio web dedicada a responder preguntas de los adolescentes acerca de la sexualidad, Planned Parenthood incluye un enlace prominente con el texto: ¿“Preocupado/a?: ¿Tuviste relaciones sexuales sin protección? Chatea con un consejero de salud para que determines qué debes hacer después”. Aún peor, cuando usted hace clic en la página dedicada al tema del “consentimiento paterno” y el aborto, la primera oración del párrafo dice a los adolescentes que aunque tengan menos de 18 años, puede ser que no tengan que decir nada a sus padres.
Esta es la manera cómo funciona el programa: los “educadores” sexuales van a las escuelas y presentan detalles explícitos acerca de la sexualidad a clases mixtas, con sólo un mínimo de atención dada al sentido de la sexualidad humana (los bebés apenas son mencionados, ¡excepto como un resultado no deseado de las relaciones sexuales!). Luego, como es de esperar, los adolescentes (los hijos de usted) pronto deciden probar lo que acaban de “aprender”. Pero a Planned Parenthood no le preocupa nada de eso, ya que sus pervertidores están ahí para ayudar a “limpiar” el desastre que ellos mismos han causado, logrando una buena ganancia en todo el proceso.
Se trata de una brillante y perniciosa estrategia empresarial. Como lo expresó un ex abortista: “¿Cómo vendes un aborto? En EEUU es muy simple: lo haces a través de la educación sexual”. Hace ya más de 40 años, un presidente de Planned Parenthood, el Dr. Alan Guttmacher, dijo a un grupo de sus compinches: “La única manera que tienen Planned Parenthood y sus aliados de ganar la batalla del aborto es a través de la educación sexual”.
El separar a los niños de sus padres está en el centro de la estrategia de la “educación” sexual explícita y del modelo de mercadeo del negocio del aborto. La bloguera viral provida, Elizabeth Johnston, conocida también como la “Mamá Activista”, pregunta: “¿Por qué los administradores escolares no son transparentes con los padres acerca del contenido de las fuentes que se utilizan para dar la ‘educación’ sexual?” La bloguera, quien también es una organizadora de las protestas contra la perversa “educación sexual integral”, añadió: “Es como si tuvieran algo que esconder. Eso debería atemorizar a todos los padres de familia”.
El hecho es que, grupos como la mal llamada Campaña para los Derechos Humanos y Planned Parenthood sí tienen algo que esconder. De manera que ustedes los padres tienen la responsabilidad de informarse y de proteger a sus hijos de estos depredadores sexuales. Son pervertidores de menores que están intentando tener acceso a las aulas de sus hijos. Ustedes, como padres, no deben aceptar que esos charlatanes intenten pervertir a sus hijos en esas aulas, como tampoco aceptarían que lo intentaran hacer en la calle.
Muchos padres se sienten impotentes ante una vociferante y bien organizada industria de perversión de menores, que utiliza la intimidación, la corrupción en las esferas de poder y nuestro silencio para avanzar su tóxica agenda. Sin embargo, ¡ni ustedes ni nosotros estamos solos ni tampoco somos impotentes! Hay muchas personas allá afuera que, al igual que ustedes y nosotros, están decididos a echar atrás estas fuerzas corruptoras que intentan adoctrinar a sus hijos.
Ya la fecha de las protestas pasó. Sin embargo, es probable que se organicen otras. En todo caso, para obtener más información y participar en este tipo de actividades u obtener ayuda, visite el siguiente enlace: https://sexedsitout.com/locations/.
Si no defendemos a nuestros hijos ni los protegemos de la violencia que están intentando perpetrar contra ellos, ¿quién lo hará? Nuestros hijos merecen y necesitan nuestros esfuerzos y sacrificios.
Notas:
[1]. Ver: https://www.lifesitenews.com/news/california-school-board-wont-let-kids-opt-out-of-transgender-lessons y https://www.lifesitenews.com/news/school-refuses-to-answer-parents-questions-about-kindergarten-transgender-l.
[2]. Ver: http://www.citizengo.org/en-us/node/160082.
[4]. Ver: https://sexedsitout.com/locations/.
[5]. Ver: https://sexedsitout.com/wp-content/uploads/2018/04/WS_Lesson_I_Am_Jazz_Book_Transgender.pdf.
[6]. Ver https://sexedsitout.com/wp-content/uploads/2018/04/Get-Real-info-wide-min.pdf.
[7]. Ver https://www.hli.org/2018/03/parents-rights-fighting-back-against-the-sexual-revolutionaries/.
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