Aviso: Este artículo contiene información sobre la sexualidad humana no apta para menores de edad u otras personas moralmente vulnerables a este tema.

La agencia del gobierno de EEUU que se encarga de regular la comercialización de alimentos y fármacos (FDA, por sus siglas en inglés), y los centros para el control de las enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que también pertenece al gobierno estadounidense, afirman lo siguiente en repetidas ocasiones: “La manera más segura de impedir el contagio de enfermedades de transmisión sexual [ETS] es no tener ningún tipo de relación sexual (abstinencia). Otra manera es el limitar las relaciones sexuales a un solo compañero/a no infectado/a, quien también limite sus relaciones sexuales de la misma manera (monogamia)” [1]. El condón sólo reduce el riesgo, no lo elimina [2].

El VIH es el virus que causa el SIDA, una enfermedad que debilita el sistema inmunológico. Se transmite principalmente por medio de las relaciones sexuales vaginales, anales y orales. El SIDA es habitualmente mortal. Se estima que el número de casos hasta el 2010 en EEUU y territorios dependientes fue de 1,155,792, que incluyen 636,048 muertes hasta la fecha [3]. El estar infectado con otras ETS puede aumentar el riesgo de ser infectado con el VIH hasta cinco veces [7]. Según la propia ONUSIDA, a nivel mundial 35 millones de personas viven con el VIH/SIDA (1.6 millones en América Latina). De estas 35 millones de personas, 3.2 millones son niños/as menores de 15 años, ya que el VIH también se transmite de madre positiva a su hijo/a durante el embarazo [4].

En general, la tasa teórica (no real) de fracaso del condón, en cuanto a impedir la transmisión del VIH, es del 15% en las relaciones sexuales vaginales, aun cuando es usado exactamente como está indicado todas las veces que se tienen relaciones [5]. De hecho, son por los menos nueve los pasos a seguir para su uso exacto [6]. El VIH también se transmite por medio de las relaciones sexuales orales. Pero las más arriesgadas son las relaciones sexuales anales (sodomía), porque durante ellas los condones se pueden romper con más facilidad debido a una mayor cantidad de fricción y de otras tensiones [7].

[1]. Véase http://www.medicinenet.com/barrier_methods_of_birth_control/page7.htm. Véase también “Condoms and STDs,” Department of Health and Human Services, Centers for Disease Control and Prevention, pág. 1ss, http://www.cdc.gov/condomeffectiveness/docs/condoms_and_stds.pdf.

[2]. Véase ibíd.

[3]. Centers for Disease Control and Prevention, National Center for HIV, STD, and TB Prevention, Divisions of HIV/AIDS Prevention, Basic Statistics, en: http://www.cdc.gov/hiv/topics/surveillance/basic.htm, consultado el 12 de abril de 2014. Citado en “Condoms. What You Should Know,” Heritage House, 15 de abril de 2014. http://hh76.org/details.aspx?prod_id=1409.

[4]. Centers for Disease Control and Prevention, Trends in Reportable Sexually Transmitted Diseases in the United States, 2004, en: http://www.cdc.gov/std/stats04/trends2004.htm, consultado el 12 de abril de 2014. Citado en íbid.

[5]. Global Statistics, https://www.aids.gov/hiv-aids-basics/hiv-aids-101/global-statistics/. Página web consultada el 9 de marzo de 2015.

[6]. Véase las fuentes citadas en la nota 3.

[7]. Véase “Condoms and Sexually Transmitted Diseases”, U.S. Food and Drug Administration (FDA), http://www.fda.gov/ForPatients/Illness/HIVAIDS/ucm126372.htm#guar, 15 de enero de 2015.

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