En realidad los destinatarios ¡deben ser todos! Pero también queremos sugerir prioridades en la transmisión de la información y la formación.
Los dos grupos de maestros que Dios ha colocado en su Iglesia son los ministros ordenados (especialmente los sacerdotes) y los padres de familia. Los sacerdotes, bajo su obispo, son los maestros del pueblo de Dios en virtud del Sacramento del Orden [1]. Los padres de familia son los primeros y principales educadores de sus hijos, tanto por derecho natural como en virtud del Sacramento del Matrimonio [2]. Todas los demás educadores desempeñan un rol subsidiario, están ahí para ayudar y no para sustituir a estos maestros [3].
Respecto de los sacerdotes, VHI ha establecido un programa que se llama Red de Sacerdotes y Seminaristas por la Vida (REDESSVIDA). El objetivo principal de este programa es animar y equipar pastoralmente a los seminaristas y sacerdotes para que prediquen y enseñen al Pueblo de Dios la doctrina de la Iglesia sobre la vida, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa (Evangelium vitae, Humanae vitae, Sexualidad humana: Verdad y significado, etc.).
VHI lleva a cabo este programa, entre otras actividades, por medio de encuentros nacionales, regionales e internacionales en América Latina, que incluyen las ferias provida (ver el artículo anterior), y también ofreciendo instrumentos pastorales, como la Red de Centros de Ayuda a la Mujer (CAM) y el Proyecto Raquel. Abordamos estos dos instrumentos pastorales bajo el subtema “Servicios o ministerios pastorales”.
En estos momentos, el Ing. Mario Rojas, MBA, Director de Coordinación para el Mundo Hispano de VHI (jmrojas98@gmail.com), funge como Director Interino de REDESSVIDA: www.redessvida.org.
En cuanto a los padres de familia, en algunos lugares de América Latina se han desarrollado “Escuelas para Padres”. Este concepto es muy útil y se puede aplicar en las distintas diócesis, parroquias o movimientos eclesiales. Su objetivo es ayudar, no sustituir, a los padres de familia a formar a sus hijos en la fe y la moral y, dentro de ese contexto, en la castidad y los valores provida. Debemos desarrollar una pastoral de la potenciación de los padres y no de su sustitución [4].
Además de los ministros ordenados, los padres de familia y el público en general, la formación e información provida debe llegar a los siguientes grupos especiales:
- Profesionales de la salud.
- Abogados y juristas.
- Legisladores y políticos.
- Medios de difusión.
- Jóvenes y personas que trabajan con jóvenes.
También están las instituciones educativas a las cuales los defensores de la vida que están debidamente preparados deben estar dispuestas a visitar para compartir información provida:
- Colegios y universidades católicas.
- Seminarios y casas de formación de religiosos/as.
- Centros educativos de otras confesiones cristianas o religiosas.
- Centros educativos seculares.
Notas:
[1]. Véase Catecismo, no. 1592.
[2]. Véase Catecismo, nos. 1652 y 1653.
[3]. Véase Catecismo, no. 2229.
[4]. Véase Catecismo, no. 2226.
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