Lo primero que hay que tener, para emprender una tarea o una batalla ardua y larga, es una idea clara del objetivo principal. El principio fundamental de la cultura de la vida es la dignidad, intrínseca y absoluta, de todo ser humano. Por consiguiente, el objetivo principal provida es lograr que se respete y se defienda la vida de toda persona humana, es decir, se trata de convertir a todos en provida. Si bien este objetivo es imposible de alcanzar en esta vida, el mismo es el ideal que moverá todas nuestras actividades. Nada menos que eso será capaz de generar la energía necesaria para luchar con todo el empeño que amerita este apostolado.

 

Podemos concretar este objetivo principal provida tomando como modelo la estructura básica de la misión cristiana, cuyo objetivo principal es convertir el mundo a Cristo [1], que consiste en:

 

La evangelización – En la misión cristiana, la evangelización es el primer anuncio de la salvación en Cristo, cuyo objetivo es suscitar la conversión de las personas [2]. De manera similar, la labor provida también tiene un primer anuncio de la necesidad que hay de responder a la “cultura” de la muerte con la cultura de la vida. Y su objetivo es suscitar la conversión a una mentalidad provida. Ello se logra de muchas maneras, un congreso provida, un video, una charla, una conversación informal, etc.

 

La catequesis – Una vez que la persona ha aceptado a Cristo, entonces recibe la catequesis que consiste en una formación básica, ordenada y sistemática de toda la doctrina cristiana, para hacer del nuevo converso un discípulo de Cristo [3]. De la misma manera, el nuevo defensor de la vida debe pasar por un período de formación básico, ordenado y sistemático, para convertirse en un eficaz apóstol de la vida. Nuestros cursos en línea intentan dar esa formación [4].

 

El apostolado – Conforme la persona se va formando en la doctrina cristiana, se va lanzando a dar a conocer a Cristo a otros. La palabra “apostolado” viene de “apóstol”, que significa “embajador” o “representante” de Alguien superior que lo ha enviado a hablar en Su Nombre. De manera similar, el nuevo apóstol de la vida, en la medida en que se va formando, se va lanzando a trabajar en este apostolado. Aquí es importante que, en oración y diálogo con sus hermanos y dirigentes provida, discierna en qué campo específico provida el Señor quiere colocarlo. En ello va a ayudar mucho los talentos que Dios mismo le ha dado. Cada persona que entra al movimiento provida enriquece a este movimiento con sus talentos e ideas, al mismo tiempo que ella misma se enriquece.

 

La oración y la fraternidad. Para que la evangelización y la catequesis sean eficaces, los que transmiten el mensaje cristiano deben estar unidos entre sí y con Dios en el amor. Jesús oró así: “No ruego sólo por éstos [Sus Apóstoles], sino también por aquellos que, por medio de su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” [5]. De la misma manera deben actuar las personas provida, si de verdad desean que su mensaje convierta a todo el mundo.

 

Notas:

[1]. Véase Mateo 28:18-20.

[2]. Véase Romanos 10:14-17.

[3]. Véase Lucas 1:1-4.

[4]. Véase http://vidahumana.org/catalogo-en-linea/cursos-provida-eeuu.

[5]. Juan 17:20-21.

 

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