Padre Shenan J. Boquet
Presidente
Human Life International
16 de marzo de 2018
Por primera vez en su historia, la compañía Gerber ha escogido a un bebé con el síndrome de Down como su “Bebé Gerber”. El bebé Lucas, cuya contagiosa sonrisa llama la atención de todos, fue elegido de entre 140,000 solicitantes. La elección incluye un premio de $50,000. Los padres de Lucas han dicho que usarán ese dinero para la educación del niño.
Puede ser que la decisión de la compañía Gerber haya sido motivada más por un exitoso mercadeo que por el deseo de realizar una obra buena. De todas maneras, aplaudo con entusiasmo su decisión. Después de todo, si hay algo que los activistas han aprendido a través de los años, es que la visibilidad tiene una gran importancia. Parte de la razón por la cual el 90% de los bebés diagnosticados en el útero de sus mamás con el síndrome de Down son abortados, es debido a la muy extendida ignorancia en torno a este síndrome.
Al presentar a todo el mundo la atractiva sonrisa de Lucas y el evidente amor
que sus padres sienten por él, Gerber ha dado visibilidad a la menguante
comunidad de familias con niños que tienen el síndrome de Down. También ha
ayudado a corregir algunos de los muchos mitos acerca de este síndrome – mitos
que tienen consecuencias textualmente homicidas.
El holocausto abortista de los niños con síndrome de Down es motivado principalmente por la ignorancia y el miedo. El antídoto del miedo es la esperanza, y el de la ignorancia es el conocimiento de los hechos. Y en el caso del síndrome de Down, los hechos respaldan sólidamente la esperanza.
Los autores de un estudio, que no me cansaré de citar, entrevistaron a miles de personas con este síndrome, así como a sus padres y hermanos. Hallaron que el 99% de las personas con síndrome de Down dicen que son felices. Mientras que el 99% de sus padres aseguran que aman a sus hijos, y sólo el 4% lamenta haber tenido a ese hijo [1].
Ello no quiere decir que a veces no haya enormes desafíos en la crianza de estos niños. Pero lo que sí significa es que para la inmensa mayoría de la gente, los factores positivos sobrepasan por amplio margen a los negativos. Desafortunadamente, muchos padres de niños diagnosticados con este síndrome no reciben la información acerca de estos hechos, y sin esa información, se les roba su esperanza [2].
La famosa actriz Sally Phillips fue una de esas mamás. En 2016, Sally se unió a la cadena televisiva BBC para producir un filme en contra de la introducción de una nueva prueba no invasiva, cuya tasa de eficacia en cuanto a detectar el síndrome de Down en el útero se suponía que era del 99%. En ese filme, Phillips describe el momento en que los médicos le dijeron que su hijo Olly, poco después de nacido, tenía ese síndrome.
“Los médicos nos dijeron: ‘Lo sentimos, lo sentimos mucho’. La enfermera de turno lloró. No creo que nadie haya dicho nada positivo”, dijo la actriz, a quien se conoce por su papel en las películas Bridget Jones Diary. “No hubiera sido distinto si me hubieran dicho que mi hijo no iba a vivir”.
Sin embargo, Phillips tuvo suerte, porque su hijo ya había nacido. Si hubiera sido diagnosticado con el síndrome de Down antes de nacer, hubiera habido la gran probabilidad de que la hubieran presionado para abortar. Y dado el triste hecho de que ella es “pro-opción”, hubiera sido muy probable que hubiera cedido ante la presión.
En vez de ello, a Sally le dieron la posibilidad de experimentar qué es la vida de un niño con este síndrome. Phillips descubrió que esa vida no tenía nada que ver con el destino amargo y pesimista que vaticinaban los médicos ni con la lástima que le expresaban sus amistades. “Me dijeron que era una tragedia, pero de hecho es una comedia,” expresó. “Es parecido a una comedia de enredo en la cual una situación parece dirigirse hacia algo malo, pero que termina sin que nada negativo ocurra.”
Otra madre, la Dra. Lisa Poirier-Groulx, dice que cuando su hijo no nacido fue diagnosticado con síndrome de Down, simplemente se “presumía” que ella iba a abortarlo. “Donde quiera que iba esa era la presunción. La mayor parte de las veces me miraban silenciosamente con frialdad. ‘¿Qué le pasa a esta doctora? ¿Qué está haciendo?’ Esa era la actitud. Teníamos que decirlo una y otra vez: “No, no queremos terminar este embarazo. No hubo ni siquiera una conversación acerca de los pros y los contras, los factores positivos y los negativos de tener a un niño con necesidades especiales. Todo era negativo: ‘¿cuándo vas a terminar tu embarazo?’. Ese tipo de cosas” [3].
Este ambiente tan impregnado de negativismo de la comunidad médica puede tener un profundo impacto en madres y padres vulnerables. Las personas del entorno se aprovechan de los temores que estos padres de familia ya tienen respecto del futuro, y los amplifican exageradamente. Nunca les dan la oportunidad de ver este síndrome por lo que realmente es: una parte de su existencia como padres, una parte cargada de dificultades muy reales, pero dificultades que empequeñecen ante la realidad objetiva de la belleza y la dignidad de su hijo.
Sobrecogidos por el miedo, muchos padres optan por el aborto como la manera más expedita de salir de su predicamento. De esa manera se les roba la oportunidad de enfrentar su temor, y de encontrar el enorme gozo y el gran amor que están del otro lado del problema.
Una madre confiesa que estaba aterrada y en un “lugar oscuro” durante mucho tiempo luego de recibir la noticia del diagnóstico. Pero luego expresó: “La única manera de salir del dolor es atravesándolo. Tienes que sentirlo primero. Tienes que llorar. Tienes que sentir el enojo. Pero haz todo esto con un corazón lleno de esperanza. El amor hacia tu hijo simplemente llega, lo esperes o no” [4].
El año pasado, una mujer con el síndrome de Down, Charlotte “Charlie” Fien, dio un emocionante discurso ante la ONU. Se sintió inspirada a escribirlo luego de ver el documental de Phillips. En su discurso, Fien comparó la eliminación sistemática de los bebés con este síndrome a la eliminación premeditada que los nazis perpetraron contra personas discapacitadas.
“No estoy sufriendo”, dijo Fien a los delegados de la ONU. “No estoy enferma. Ninguno de mis amigos que tienen síndrome de Down sufre tampoco. Somos felices. Simplemente tenemos un cromosoma adicional. Pero seguimos siendo seres humanos. No somos monstruos. No nos tengan miedo. Por favor, no intenten matarnos a todos”. Al final de su discurso, la audiencia se puso en pie y le dio una tremenda ovación.
Sin embargo, hay una torcida ironía en el positivo recibimiento al discurso de
Fien. Probablemente muchos de los delegados de la ONU que se pusieron en pie
para aplaudirla apoyan el aborto a petición. Si bien es cierto que están dispuestos
a aplaudir a alguien como Fien y aun apreciar su defensa de los discapacitados,
no hubieran tenido ninguna objeción si los padres de Fien hubieran decidido
abortarla.
Uno de esos delegados de la ONU es Ben Achour, quien irónicamente es miembro del Comité de la ONU para los Derechos Humanos. Incluso, dio un discurso en el cual defendió el aborto para los niños no nacidos diagnosticados con el síndrome de Down: “Si dices a una mujer que su hijo tiene el síndrome de Down. Si le dices eso o que puede tener una discapacidad permanente, por el resto de su vida, ella debe tener la posibilidad de recurrir al aborto para evitar esa discapacidad como medida preventiva”.
La respuesta de Fien a esta canallada fue tajante: “Eso es asqueroso y pérfido. Usted tiene que disculparse de sus horribles comentarios. Usted también debe retirarse del Comité para los Derechos Humanos. Usted no es un experto en cuanto al síndrome de Down. Señor, usted no representa a mi comunidad. Lucharé a favor de nuestro derecho a existir por el resto de mi vida”.
Este intercambio entre Fien y Achour pone al descubierto la profunda contradicción que se encuentra en el centro de nuestra sociedad: por un lado, estamos dispuestos a realizar todo tipo de esfuerzos para suplir las necesidades de las personas con discapacidades, pero, por el otro, no tenemos ningún problema con la eliminación de esas mismas personas antes de su nacimiento. La Convención de la ONU para las Personas con Discapacidades presenta múltiples maneras para protegerlas a nivel mundial. Pero, al mismo tiempo, hay miembros del Comité de la ONU para los Derechos Humanos que abiertamente defienden la matanza de esas mismas personas cuando todavía no han nacido.
El momento en que la compañía Gerber decidió elegir a Lucas como su “Bebé Gerber” no pudo ser el mejor. El 21 de marzo es el Día Mundial del Síndrome de Down [5]. Es una gran oportunidad para crear consciencia acerca de este síndrome. En particular, compartiendo el aspecto positivo, todavía lamentablemente desconocido en gran parte, de la vida de las personas con síndrome de Down [6].
La madre de Lucas, Courtney, ha expresado su esperanza de que la elección de su hijo “arroje luz sobre la comunidad de las personas con necesidades especiales, para mostrar a todo el mundo que estas personas son seres humanos igual que usted y yo. Deben ser aceptados por todos, no en base a cómo lucen, sin en base a quiénes son. Mi mayor preocupación con Lucas siempre era cómo la gente lo iba a tratar,” dijo Courtney al programa televisivo en EEUU, Today Show. “Siempre tenía miedo de que abusaran de él o de que la gente le tuviera miedo. Nunca nada de ello ha cambiado lo que sentimos por él. Siempre ha sido y será nuestro hijo”.
Propongo que marquen el 21 de marzo en sus calendarios y que aprovechen ese día, para compartir con los demás las muchas anécdotas positivas en la vida de sus hijos u otros familiares que tienen el síndrome de Down. Nuestros hermanos y hermanas que tienen este síndrome están bajo ataque a nivel global. La mejor manera de defender su dignidad inherente y su derecho a la vida es haciendo que su presencia sea visible ante el mundo. La compañía Gerber ha extendido una mano amiga al escoger a Lucas. Ahora, pongamos todos nuestro granito de arena, nuestro mensaje de esperanza, no de miedo, a todos los padres de familia que estén recibiendo la noticia de que su hijo no nacido ha sido diagnosticado con el síndrome de Down.
Notas:
[1]. http://www.thepublicdiscourse.com/2011/10/4090/.
[2]. https://www.hli.org/2017/09/11811/.
[4]. http://downsyndromepregnancy.org/emotional-impact/.
[5]. https://worlddownsyndromeday.org/.
[6]. http://www.dsagc.com/about-us/inspiring-stories/; https://themighty.com/2016/11/reading-parent-stories-after-prenatal-down-syndrome-diagnosis/; http://downsyndromepregnancy.org/emotional-impact/.
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