Stefano Gennarini, J.D.

NUEVA YORK, 26 de diciembre de 2014 (C-Fam) Mientras los cristianos de todo el mundo se preparaban para contemplar la inocencia del Niño Jesús, la semana pasada la Iglesia Ortodoxa Rusa se opuso a un documento de Unicef que dice que los niños tienen derechos LGBT [lesbianas, gais, bisexuales y transexuales].

La Comisión para la Familia del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa publicó una mordaz declaración que critica un documento de posición de Unicef que insta a los países a proteger los derechos LGBT porque, según dice, entran dentro de los «intereses superiores de los niños». La Comisión le devuelve la jugada a Unicef y afirma: «Entregar a niños para ser criados por parejas de personas del mismo sexo constituye una grave violación de sus derechos e intereses».

La Comisión Ortodoxa dijo estar «gravemente preocupada» de que Unicef usara su poder e influencia para apoyar lo que califica como nociones «carentes de sólidas bases jurídicas internacionales» y «contrarias a la mayoría de las culturas tradicionales de las naciones, así como a las normas de la moral natural y religiosa». Por consiguiente, la comisión dice que es «perjudicial para la comunidad internacional y debilitará la legitimidad moral de Unicef y de otros organismos de la ONU».

El documento de Unicef reconoce que «no existe un instrumento internacional vinculante que aborde de forma explícita la discriminación de las personas basada en su orientación sexual e identidad de género». Al mismo tiempo, cita la opinión no vinculante de expertos de la ONU miembros del Comité de los Derechos del Niño (CDN), que supervisa la implementación de la Convención sobre los Derechos del Niño, para elevar la “orientación sexual” y la identidad de “género” al nivel de categorías de no discriminación como la raza, el sexo y la religión.

El mismo comité de la ONU dijo a la Iglesia Católica este año que su doctrina sobre el aborto constituía una violación de los derechos humanos, y a Israel, que la circuncisión es una violación de la integridad física del niño.

La declaración de postura oficial va más allá de un mero reconocimiento de la interpretación que el CDN hace de la Convención sobre los Derechos del Niño. También pretende instruir a los países sobre el modo en el que deben informar al Comité de los Derechos del Niño: «los estados miembro y signatarios de la CDN deben dar parte de la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, inclusive de la discriminación e intimidación en las escuelas y establecimientos educativos».

Unicef invita a los países a revocar las leyes que penalizan la promoción de la homosexualidad para menores o que prohíben la relación de niños con adultos LGBT, como la que Rusia aprobó el año pasado, y que luego «igualen la edad de consentimiento sexual tanto para la conducta heterosexual como para la homosexual».

Asimismo, recomienda brindar a «las parejas LGBT y a sus hijos el reconocimiento legal de sus vínculos familiares». Al respecto, la Comisión del Patriarca dijo lo preciso: «Unicef debería saber que los niños nacen de la unión entre un hombre y una mujer, no de una unión homosexual. Entra dentro de los intereses superiores del niño nacer y ser criado por una familia, de modo que pueda conocer a sus cariñosos y bondadosos padre y madre», se lee en la declaración.

La Comisión termina instando a la comunidad internacional a «usar todos los medios legales para impedir que los organismos internacionales abusen de sus capacidades de esta manera». 

Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano

Fuente: https://c-fam.org/friday_fax/ortodoxos-rusos-condenan-al-fondo-de-la-onu-para-la-ninez-por-promover-la-homosexualidad/.

 

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