La “cultura” de la muerte tiene una dinámica que podemos llamar la “tríada diabólica”. La tríada diabólica consiste en la “educación” sexual hedonista, la anticoncepción y el aborto. La “educación” sexual hedonista conduce a la anticoncepción y ésta, a su vez, al aborto y otros males. De hecho, la “educación” sexual es la puerta hacia el resto de la “cultura” de la muerte.
La palabra “hedonista” se refiere a la búsqueda del placer como si ello fuese la meta principal de la vida, en vez del amor de Dios, ya sea éste en el matrimonio o en otras formas de vida, en las cuales también podemos vivir el amor auténtico.
Vivimos en una cultura hedonista, donde los medios de comunicación social, como la televisión, la radio, la música, la Internet, los juegos electrónicos, etc., constantemente nos presentan el placer, así como lo más cómodo y lo más fácil, como si todo eso fuese lo más importante en la vida.
La mentalidad hedonista conduce al individualismo egoísta y éste, a su vez, al relativismo moral, que propone que cada individuo defina su propia “moral”. Ello da como resultado el rechazo de los valores morales, que forman parte del amor verdadero, el cual debe guiar nuestra vida hacia la felicidad auténtica.
Sin embargo, no son solamente los medios de comunicación los que nos transmiten esta mentalidad hedonista y relativista, las escuelas también la transmiten, porque es en ellas donde se enseña la “educación” sexual de tipo hedonista a niños, adolescentes y jóvenes.
Esta “educación” tiene las siguientes características:
- Se enfoca en el placer (hedonismo) como lo más importante.
- Reduce la sexualidad a la genitalidad.
- Se promueve como un “derecho”.
- Separa la sexualidad del amor conyugal.
- Separa la sexualidad de la procreación.
- Separa la sexualidad de los valores morales (relativismo).
- Viola la autoridad de los padres.
- Promueve la anticoncepción y el aborto (“salud reproductiva”).
- Promueve la ideología de “género”.
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