Victorias y desafíos para este nuevo año de 2023

 

Padre Shenan J. Boquet

Presidente

Human Life Internacional

 

Este artículo fue publicado originalmente en inglés el 2 de Enero de 2023 en: https://www.hli.org/2023/01/2022-victories-and-challenges-for-the-new-year/.

 

Vida Humana Internacional agradece a José A. Zunino la traducción de este artículo.

 

Este artículo fue publicado en español en el Boletín Electrónico “Espíritu y Vida” de Vida Humana Internacional, el

6 de enero de 2023.

Vol. 7.

No. 02.

 

También fue publicado en www.vidahumana.org en Cultura de la muerte\07 – Homosexualidad e ideología de género\02 – Avances y ataques de estas ideología\24

 

Un feliz Año Nuevo para todos mis lectores y simpatizantes de Vida Humana Internacional.

 

Pido a Dios que hayas tenido una santa y bendita Navidad, llena de mucha diversión, risas y nuevos recuerdos. Espero también que hayas podido pasar un tiempo en silencio, contemplando el gran amor que Dios nos tiene al enviar a su Hijo unigénito al mundo para salvarnos de nuestros pecados.

 

Al comienzo de este nuevo año, es apropiado tomarse un momento para reflexionar sobre el año pasado y mirar hacia este nuevo año. ¿Cuáles fueron las grandes victorias de 2022? ¿Cómo nos quedamos cortos? ¿Cuáles son los desafíos que enfrentamos en 2023? ¿Qué más podemos hacer para contribuir a la “gran campaña en apoyo de la vida” de la que habló el Papa San Juan Pablo II en Evangelium Vitae?

 

El año en que Roe vs. Wade fue revocado

 

La noticia más importante y mejor de este año 2022 que acaba de concluir fue la desaparición del caso proaborto Roe v. Wade. Incluso mientras escribo estas palabras, me resulta difícil creer que sea verdad.

 

Durante casi cincuenta años, los activistas provida hicieron todo lo posible para erradicar este horrible caso judicial. Todos los años marchamos en Washington, DC, así como en numerosas ciudades de nuestro país. Todos los años trabajábamos para elegir políticos provida. Una y otra vez pensamos que habíamos elegido al presidente que finalmente nos daría la Corte Suprema provida que necesitábamos. Y una y otra vez nos decepcionó profundamente. Y luego, de repente, Roe vs. Wade se ha ido. El aborto a pedido ya no es la ley del país.

 

Por supuesto, como he señalado repetidamente, el fin de Roe es, en muchos sentidos, solo el comienzo de la lucha para proteger a los no nacidos. Sin Roe, el tema del aborto vuelve a los estados. En algunos de esos estados, por ejemplo, Nueva York y California, el aborto se considera prácticamente sagrado.

 

Los defensores de la vida en esos estados tienen mucho trabajo por delante para convencer a los gobernadores y legisladores de estos estados mal llamados “tolerantes” y “progresistas” de que no hay nada tolerante o progresista en masacrar a niños no nacidos en el útero.

 

Aviso: Como siempre hacemos cuando tratamos el tema del aborto, recordamos a nuestros lectores que no estamos condenando a nadie que se haya involucrado en un aborto. Condenamos el aborto, no a las personas. A las personas que se han involucrado en un aborto las urgimos a la conversión y a recurrir al siempre imprescindible Sacramento de la Confesión cuando se ha cometido un pecado grave. La Iglesia Católica también cuenta con ministerios de reconciliación y sanación postaborto, como el Proyecto Raquel y el Viñedo de Raquel, entre otros.

 

Y, sin embargo, la desaparición de Roe es un momento decisivo en la historia de la lucha provida, tanto en los Estados Unidos como a nivel mundial. En primer lugar, está el enorme valor simbólico de borrar del derecho constitucional el fabricado “derecho” al aborto. Ya no somos una nación que protege la matanza de bebés bajo el amparo de leyes inicuas apelando a nuestro documento fundacional más importante. Los proabortistas ya no pueden afirmar que la legalización del aborto es “inevitable” y permanente.

 

En segundo lugar, están los efectos prácticos inmediatos y a gran escala. En solo un estado, Texas, los abortos se han reducido en un asombroso 97% desde la revocación de Roe. Los datos recientes de la Sociedad de Planificación Familiar muestran que hubo 10,000 abortos menos en junio y julio en los Estados Unidos de lo que se esperaba.

 

Los proabortistas lamentan un año “devastador”

 

No es de extrañar, dado lo anterior, que el proaborto Instituto Guttmacher recientemente haya proclamado el 2022 como un año “devastador” para la causa proaborto.

 

Sin embargo, como señala su informe, las malas noticias desde su perspectiva no se deben simplemente a la revocación de Roe. También se debe al enorme progreso logrado por los activistas provida a nivel estatal, sin el cual la revocación de Roe no sería tan trascendental.

 

En total, los activistas provida aprobaron 50 medidas provida en varios estados en 2022. Como señala el Instituto, se trata de medidas significativamente menores que las que se aprobaron en 2021 (108). Sin embargo, hay una diferencia crítica. Muchas de las medidas aprobadas en 2022 fueron prohibiciones totales del aborto.

 

Esto tiene sentido. En años anteriores, los activistas provida fueron paralizados por Roe, con el resultado de que lo mejor que podíamos hacer era aprobar una gran cantidad de medidas más pequeñas, algunas de las cuales podrían solo hacer una pequeña mella en el número de abortos. Sin embargo, este año de 2023, con la desaparición de Roe, los defensores de la vida podrían dar un paso adelante y aprobar prohibiciones al aborto con la confianza de que los tribunales no podrían simplemente desechar esas prohibiciones apelando a Roe.

 

El resultado es que catorce estados actualmente están casi libres del aborto. Y las prohibiciones del aborto en otros ocho estados están actualmente suspendidas mientras continúa el litigio. Sin embargo, es probable que esas prohibiciones sobrevivan a los desafíos judiciales ahora que Roe ha sido revocado.

 

El ascenso meteórico del transexualismo

 

Si bien hay mucho que celebrar al final de 2022, no debería sorprender que también estemos enfrentando algunos desafíos enormes. Desafortunadamente, en este lado de la eternidad nunca podremos dormirnos en los laureles. El diablo es muy astuto.

 

No hay nada que me haya desconcertado tanto como el aumento repentino y francamente demencial de la propaganda transgénero en los últimos años. Este fenómeno pareció explotar durante la pandemia del Covid. No creo que esto sea simplemente una coincidencia.

 

En el fondo, el transgenerismo se basa en una fantasía. La idea de que un hombre pueda “nacer en el cuerpo de una mujer”, o viceversa, es evidentemente ridícula. No hay ni un ápice de evidencia científica de que tal cosa suceda o pueda suceder. De hecho, ni siquiera está claro a qué se refieren los activistas transgénero cuando dicen que alguien “nace con el cuerpo equivocado”. Como mostró jocosamente el comentarista provida Matt Walsh en su documental What is a Woman, los activistas transgénero ni siquiera pueden decir qué es una mujer, y mucho menos cómo se puede nacer en el cuerpo de un hombre, o qué significa para un hombre “identificarse con una mujer”.

 

Sin embargo, durante el Covid, miles de millones de personas quedaron aisladas unas de otras durante los confinamientos prolongados. Naturalmente, muchas de ellas pasaron mucho más tiempo en sus computadoras. Mi temor es que esta huida al mundo digital suponga también en muchos casos una especie de huida de la realidad. Particularmente vulnerables fueron los muchos cientos de millones de niños en edad escolar, que se quedaron solos con los propagandistas transgénero en TikTok y otros sitios de redes sociales.

 

Sospecho que estas condiciones solitarias e hiperdigitalizadas fueron un caldo de cultivo para el tipo de pensamiento impulsado por la fantasía que está alimentando la locura transgénero. El resultado ha sido una explosión catastrófica de personas, especialmente jóvenes, que se “identifican” como transgéneros, y muchas de ellas pasan por procesos de “transición”, que incluyen peligrosas hormonas artificiales y mutilaciones quirúrgicas de órganos sexuales.

 

Un rayo de esperanza en medio de esta locura es que hay un número creciente de los llamados “destransicionistas”, es decir, aquellos que lamentan sus “transiciones” y están dispuestos a hablar del grave error que cometieron. Predigo que esta ola de destransicionistas pronto se convertirá en un tsunami, y que pronto veremos una gran reacción contra el extremismo transgénero. La única pregunta es: ¿cuántas vidas de personas serán destruidas mientras tanto?

 

El ataque al matrimonio

 

Tampoco creo que sea coincidencia que 2022 fuese el año en que se consolidó en la ley federal de EEUU la redefinición radical del matrimonio, un cambio que fue precedido por un rápido aumento en la aceptación pública del “matrimonio” entre personas del mismo sexo.

 

Como escribí hace unas semanas, el Congreso de los Estados Unidos aprobó recientemente la mal llamada Ley de Respeto al Matrimonio. Sin embargo, en lugar de respetar el matrimonio, este proyecto de ley codificó la redefinición del matrimonio en la ley federal de los Estados Unidos.

 

Durante miles de años, toda persona con un ápice de sentido común reconoció que la unión de un hombre y una mujer en el matrimonio es única y de singular importancia para el bienestar de la civilización. Sólo la unión de un hombre y una mujer puede concebir y acoger hijos. Y sólo la complementariedad física, psicológica y espiritual natural del sexo masculino y del sexo femenino puede proporcionar las condiciones ideales para la crianza de los hijos.

 

Es extraño que en unos pocos años tanta gente haya abandonado ese sentido común milenario. Según una encuesta reciente, hasta el 70% de los ciudadanos estadounidenses apoyan el “matrimonio” entre personas del mismo sexo.

 

Pocos parecen estar preocupados por la creciente industria de la subrogación distópica y las tecnologías reproductivas cada vez más extrañas que las parejas del mismo sexo están utilizando para adquirir niños más o menos relacionados genéticamente.

 

Al igual que con la creciente aceptación del transexualismo, mi temor es que la aceptación del “matrimonio” entre personas del mismo sexo se deba a nuestra huida general de la realidad. Tantas personas están tan aisladas, solas y cada vez más enganchadas al mundo digital, y en particular a la pornografía, que hemos perdido nuestra capacidad de diferenciar los hechos de la fantasía. Estamos cada vez más convencidos de que podemos moldear y dar forma al mundo físico a nuestro antojo, de manera similar a como podemos dar forma al mundo digital a nuestros deseos.

 

Mucha gente cree que el género es lo que decimos que es, que el matrimonio es lo que decimos que es y que la sexualidad es lo que decimos que es.

 

Sin embargo, el mundo físico tiene la costumbre de reafirmarse de acuerdo con sus propios principios inherentes. Es decir, existe la ley natural. Muchos de los que pasaron por “transiciones” de género están aprendiendo esta lección de una manera difícil. No puedes bombear tu cuerpo con cantidades masivas de hormonas artificiales, o mutilar tu cuerpo quirúrgicamente, en un esfuerzo por escapar del cuerpo y la naturaleza que se te ha dado, sin consecuencias.

 

Las consecuencias de la ruptura del matrimonio son un poco menos evidentes, pero no menos devastadoras, como han experimentado muchos niños criados en hogares rotos. Uno de mis temores es que la huida de la realidad en relación con el matrimonio y la sexualidad nos dificulte reafirmar la realidad de la humanidad de los niños no nacidos, aun cuando logremos algún progreso en la ley para protegerlos. No podemos perder de vista el hecho de que estos temas están interconectados y que las protecciones legales para los niños no nacidos dependen de una comprensión sólida del significado dado por Dios a la sexualidad y al matrimonio.

 

Apóyate en María Santísima

 

Es apropiado que la Iglesia marque el nuevo año celebrando la gran Solemnidad de María, Madre de Dios.

 

Enfrentarse a un nuevo año puede ser desalentador. Uno piensa en todas las luchas del año pasado. Uno se preocupa por lo que deparará el futuro. Hay tantas incertidumbres, tantas noticias inquietantes, tantas injusticias. Incluso cuando avanzamos en un frente (por ejemplo, la desaparición de Roe), parece como si el diablo simplemente se hubiera deslizado por la puerta de atrás (por ejemplo, la locura transgénero, el aumento de la secularización).

 

Lo único que podemos hacer con todos estos miedos, en última instancia, es ofrecerlos a nuestro Señor Jesús y su Santísima Madre. Es reconfortante recordar que María fue como nosotros en todo menos en el pecado. Ella también enfrentó una inmensa incertidumbre y pasó por sufrimientos indecibles. Su corazón fue atravesado por siete espadas.

 

Y, sin embargo, nunca perdió la paz. Ella nos muestra el camino para vivir en este valle de lágrimas, llenos de esperanza y viviendo en íntima unión con su Hijo. Como dijo el Papa San Juan Pablo II en una homilía en la Solemnidad de la Madre de Dios al final del último milenio,

 

El Evangelio nos recuerda que María “guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” (Lucas 2:19). Así lo hizo en Belén, en el Gólgota al pie de la cruz, y en el día de Pentecostés, cuando el Espíritu Santo descendió en el Cenáculo.

 

Y así, ella también lo hace hoy. La Madre de Dios y de los hombres guarda en su corazón todos los problemas de la humanidad, grandes y difíciles, y los medita. La Madre del Redentor camina con nosotros y nos guía con su ternura materna hacia el futuro. Así ayuda a la humanidad a cruzar todos los “umbrales” de los años, de los siglos, de los milenios, manteniendo su esperanza en Aquel que es el Señor de la historia.

 

Es oportuno, también, que el 1 de enero la Iglesia celebre la Jornada Mundial de la Paz. Mientras la guerra y los rumores de guerra se extienden por la tierra, y mientras continúa la guerra contra los niños no nacidos inocentes y la santidad del matrimonio y la familia, es apropiado que miremos a María, la Reina de la Paz, para que extienda su manto sobre la tierra y nos muestre cómo amarnos unos a otros con el tipo de amor con el que ella amó a su Hijo.

 

Al comenzar este nuevo año, consagremos todos nuestros esfuerzos para llevar el Evangelio de la Vida a Jesús a través del Inmaculado Corazón de María. Rememos mar adentro con confianza en la gran bondad de Dios y en el tierno amor de su Santísima Madre por nosotros.

 

______________________________________