Otro integrante del movimiento antivida es el feminismo proabortista. El movimiento a favor de los derechos de la mujer tuvo un muy justificado comienzo en el siglo XIX. Sus promotoras lucharon por los genuinos derechos de la mujer, como el derecho al voto, a condiciones justas de trabajo y al salario, a la participación social y política, etc. Estas pioneras defendieron también al niño no nacido, y consideraban el aborto un crimen [1].

Sin embargo, en los años 60, sobre todo a partir de la publicación en EEUU del libro The Feminine Mystique (“El mito de la femineidad”, 1963) de Betty Friedan, el movimiento feminista dio un cambio radical. Su principal objetivo se convirtió en la total emancipación de la mujer de su labor en el hogar y la familia. Este rechazo de la maternidad y de la labor en el hogar tiene varias causas. Una de ellas es el machismo, la violencia doméstica y la ausencia del hombre en el hogar [2].

Bajo este principio de la “emancipación” de la mujer y de su deseo de igualar al hombre, este nuevo feminismo cayó en la promoción del aborto y de la anticoncepción. Ello se debió a que este movimiento comenzó a ver la maternidad como una “carga biológica” que impedía la “liberación” de la mujer y no le permitía realizarse fuera del hogar en el mundo de la economía y de la política al igual que el hombre. El hombre pasó, de ser su compañero, a ser su competidor [2].

Actualmente, este feminismo antivida está promoviendo también el lesbianismo. Muchas feministas extremistas son lesbianas y, en EEUU, pertenecen a la Organización Nacional de Mujeres (NOW, por sus siglas en inglés), una de las organizaciones más rabiosamente proabortistas de ese país [2].

A nivel internacional, se encuentran varias organizaciones feministas de ideología abortista. Por ejemplo, están la red mundial llamada International Women’s Health Coalition o IWHC (Coalición Internacional de Salud de las Mujeres), con sede en EEUU, y también el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer” (CLADEM) [3].

También está “Católicas por el Derecho a Decidir” (CDD), con sede en EEUU y con oficinas en varios países latinoamericanos. El principal objetivo de esta última es promover el aborto y la anticoncepción dentro de la misma Iglesia Católica tergiversando la doctrina de la Iglesia sobre estos temas y creando confusión en el pueblo católico. La CDD colabora con otras organizaciones internacionales feministas y, al igual que ellas, influye en la ONU [2].

Este feminismo ha aumentado en radicalismo. Se ha ido al extremo de la ideología de “género” en un intento por negar las diferencias entre el hombre y la mujer, para así desligar la conexión entre el sexo biológico y la identidad sexual de la persona. De esa manera, busca justificar todo tipo de comportamiento sexual y, al mismo tiempo, adquirir más poder (empoderamiento) en el mundo político, económico, cultural y religioso [4]. Percibe la relación con el hombre y las demás personas en general, en clave de competencia, poder y dominio; en vez de entrega, solidaridad y servicio.

En realidad, se trata de una rebelión contra Dios mismo y su proyecto para la humanidad, porque Él nos ha creado hombre y mujer [5]. Esta rebelión contra Dios y la religión ha llevado a este movimiento a ejercer violencia, sobre todo, contra la Iglesia Católica. Por ejemplo, en Francia y Argentina, grupos de violentas feministas antivida han arremetido contra templos católicos, intentando profanarlos por medio de pinturas, grafiti, destrozos y actos obscenos [6].

Notas:

[1]. Véase: Feminist for Life of America. “La voz de las fundadoras del feminismo: Más de un siglo de feminismo provida,” Feminismo. Página web de VHI, 13 de agosto de 2011. http://vidahumana.org/feminismo/item/656-la-voz-de-las-fundadoras-del-feminismo-m%C3%A1s-de-un-siglo-de-feminismo-pro-vida.  

[2]. Véase: “El movimiento feminista: ¿Bendición o maldición?” Feminismo. Página web de VHI, 9 de abril de 2011. http://vidahumana.org/feminismo/item/103-el-movimiento-feminista-%C2%BFbendici%C3%B3n-o-maldici%C3%B3n?

[3]. Véanse: Magaly Llaguno, “La Coalición Internacional para la Salud de la Mujer es un engaño,”  Feminismo. Página web de VHI, 13 de agosto de 2011. http://vidahumana.org/feminismo/item/674-la-coalici%C3%B3n-internacional-para-la-salud-de-la-mujer-es-un-enga%C3%B1o; y “CLADEM. ¿‘Derecho’ a matar? Frente feminista promueve ‘derechos reproductivos’ para legalizar el aborto,” Feminismo. Página web de VHI, 13 de agosto de 2011. http://vidahumana.org/feminismo/item/675-cladem-%C2%BFderecho-a-matar?-frente-feminista-promueve-derechos-reproductivos-para-legalizar-el-aborto.

[4]. Véase otra vez la lección 3 del módulo 2.

[5]. Véase Génesis 1:26-28.

[6]. Véanse: “‘Femen’ realiza actos obscenos con crucifijos en el Vaticano, Aciprensa.com, 14 de noviembre de 2014, https://www.aciprensa.com/noticias/femen-realiza-actos-obscenos-con-crucifijos-en-el-vaticano-84586/ y “Argentina: “Fuego a las iglesias” y “aborto libre”: Pintas       feministas en una Catedral,” ACI/EWTN Noticias, 26 de noviembre de 2014, https://www.aciprensa.com/noticias/fuego-a-las-iglesias-y-aborto-libre-pintas-feministas-en-catedral-de-argentina-61381/.

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