Se busca reducir la cuestión del aborto a la salud pública o a un acto privado de la mujer y de esa forma despolitizarlo, cuando realmente la promoción de su legalización o despenalización es puramente política.

¿Dónde está la protección del Estado? ¿Saben los legisladores que el crimen del aborto aumenta la tasa de violencia familiar y de abuso infantil? ¿Saben los legisladores que somos uno de los países más despoblados de América Latina, con una tasa de natalidad peligrosamente decreciente?

Frente a este escenario y para frenar esta disminución de la natalidad, hace falta una política familiar que proteja realmente a las familias, para que no resulte tan oneroso criar hijos y educarlos. En caso contrario, estamos generando una Argentina despoblada y sin futuro. Sin familias no hay esperanza. Sin niños no hay futuro.

Parece advertirse que no existe una política de población. Contradictoriamente, aparece en debate la promoción del crimen del aborto, disfrazado de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que funcionará – quieran o no los legisladores – como otro sistema de control demográfico en un país sub poblado.

Tenemos dos fenómenos demográficos, la disminución de la natalidad desde la década de los 60 y el aumento de la esperanza de vida desde finales del siglo XX. Sabemos que esto último nos conducirá a un quiebre demográfico, si no hay reposición de la población económicamente activa. Envejecemos por la base y por la punta de la pirámide de la población.

Ya se ha debido correr la edad jubilatoria de 60 a 65 años, dentro de poco será de 70. Si no buscamos políticas para mantener el reemplazo generacional, después será de más de 70 años. Parecería que no se tienen en cuenta las implicaciones políticas y sociales del envejecimiento de la población en Argentina.

En el Nuevo (des)Orden Mundial de la Población se tiene en cuenta la siguiente comparación: “Los nacimientos en la primera semana de enero en la India igualan prácticamente a los nacimientos en toda Europa en un año”.

El aborto criminal atenta, entre otras variables, contra nuestra seguridad demográfica.

Esa ejecución quirúrgica a ciegas en el útero materno, constituye además, una verdadera “desaparición forzada de personas”.

A mediados de la década de los 50, en el mundo, la población comenzó a ser considerada en relación a necesidades geoestratégicas, geopolíticas y de desarrollo. Entonces, los organismos internacionales decidieron influir en las políticas de población de los países del Tercer Mundo.

¿Derechos contra derechos? La ONU ha adoptado una forma de imponer al mundo entero una interpretación a la vez inversa y voluntarista de los derechos del hombre, repudiando en forma insidiosa la concepción tradicional de esos derechos.

El crimen del aborto promovido por todas las agencias de la ONU es la causa principal que manifiesta la tendencia a usar la violencia como “derecho” y matar al niño o la niña en el seno materno como una expresión de la “voluntad soberana”.

Ahora tenemos la falsa “educación” sexual en los colegios. Digo “falsa” porque el programa conforma lamentablemente una “estimulación sexual forzada” sin precedentes en la Argentina. Esta estimulación aumenta todos los indicadores que presuntamente los promotores de esa mal llamada “educación” desean bajar, como la tasa de embarazo adolescente, las enfermedades de transmisión sexual y el aborto criminal, cosa comprobada en todos los países del mundo donde ha entrado en vigencia este tipo de programas.

Por ejemplo, las estadísticas del Reino Unido del 2016 demuestran que cuando se reduce la financiación de los programas de “educación” sexual, bajan las tasas de embarazos adolescentes. Una investigación del profesor David Paton, de la Universidad de Nottingham, el año pasado, concluyó, que las tasas de embarazo y aborto en adolescentes en realidad cayeron más en las áreas donde había habido recortes de fondos para programas de “educación” sexual. Si en Inglaterra la disminución de la tasa de embarazo adolescente va de la mano de los recortes de los servicios de salud sexual, ¿por qué en Argentina hacemos lo contrario?

A partir de fines de los años 60, el Banco Mundial, con sedes actuales en la Argentina, con otras agencias de la ONU creadas para tal fin, como el Fondo de Población (UNFPA), UNICEF y otras agencias (todas abortistas) lanzaron campañas mundiales de control de la natalidad. Hoy tenemos muchas más en la Argentina:

1) Campaña Nacional por el aborto legal, seguro y gratuito.

2) Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF), proveedora de órganos de fetos abortados para productos cosméticos. International Planned Parenthood/Western Hemisphere Region (www.ippf.org/es/argentina/argentina).

3) Casa Fusa (grupofusa.org) Pantalla de la IPPF.

4) Fundación Huésped, Pantalla de la IPPF.

5) (FEIM) Fundación de Estudios e Investigación de la Mujer.

6) (CELS) Centro de Estudios Legales y Sociales.

7) (CEDES) Centro de Estudios de Desarrollo y Sociedad.

8) Amnistía Internacional (Amnesty International/Londres).

9) Women 20 (www.diariopopular.com.ar/recomendaciones-del g20-argentina-n348522).

10) Ex-Católicas por el Derecho a Decidir (catolicas.org.ar).

11) Despenalización (www.despenalización.org.ar).

12) Open Society del multi-millonario antivida George Soros.

13) Red Mundial Indymedia de George Soros (indymedia argentina/género).

14) Fundación Rockefeller (aborto/Latinoamérica).

15) Fundación Billl y Melinda Gates (promotora del aborto). Ver Religión en Libertad.

16) UNFPA (aborto).

17) Frente de izquierda (FB).

18) Pan y Rosas (FB).

19) Las Rojas (FB).

20) Partido Obrero (FB).

21) Socorristas en Red (FB).

22) OMS. Organización Mundial de la Salud de la ONU.

23) ONU mujeres (www.onumujeres.org/).

24) Banco Mundial, también de la ONU.

El Banco Mundial en la Argentina condiciona préstamos a cambio del control de población. El “Invierno Demográfico” amenaza hoy a Europa y otros países del mundo. Queda claro entonces que la población conforma un factor de poder. Existe una agenda mundial que se quiere imponer y que da letra para como matar argentinos.

Los países del primer mundo, están sufriendo la caída de su natalidad y el envejecimiento de sus poblaciones, y ellos, que hacen lo imposible para que nosotros no tengamos hijos, en sus países hacen lo imposible para tenerlos, porque conocen a fondo las consecuencias graves para la economía de un país del envejecimiento de su población.

Si la familia es la base de la sociedad y está fundada en el matrimonio, se sigue que el vínculo conyugal debe ser protegido legal y socialmente, NO atacado con la ley de Salud Reproductiva, eufemismo acuñado en la Conferencia abortista de El Cairo de 1994, organizada por la ONU. Esta legislación es realmente una ley para no procrear y enfermarse, que favorece vilmente la promiscuidad y el aborto, y aumenta la incidencia del embarazo adolescente y de las enfermedades de transmisión sexual.

El aborto criminal es una imposibilidad jurídica. La imposibilidad del Congreso Nacional de aprobar una ley que autorice el aborto criminal, no admite dudas. Los violadores, los narcos y los grandes estafadores quedan libres, a los únicos que se les va a aplicar la pena de muerte es a los niños o a las niñas que no han nacido. El Congreso Nacional no puede habilitar un debate para tratar cuándo y cómo matar argentinos inocentes.

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